El régimen de Maduro intensifica la persecución contra el líder opositor con fuerzas especiales, milicianos y empapela las calles con carteles de se busca
El régimen de Nicolás Maduro ha intensificado su ofensiva contra el líder opositor Edmundo González, desplegando fuerzas especiales y milicianos para evitar que el disidente se presente en la toma de posesión presidencial prevista para el próximo 10 de enero. Como parte de esta campaña de intimidación, las calles de Caracas están siendo empapeladas con carteles de «Se busca», donde se ofrece una recompensa de 100.000 dólares por información que conduzca a su captura. La Policía Nacional Bolivariana (PNBV) también ha emitido una orden de arresto contra González, quien se encuentra actualmente en el exilio en España.
González, quien se proclamó vencedor de las elecciones presidenciales celebradas en julio del año pasado, desafiando los resultados oficiales que dieron como ganador a Nicolás Maduro, ha sido señalado por el régimen de cometer diversos delitos, como conspiración, usurpación de funciones y legitimación de capitales. El disidente venezolano ha rechazado tanto los comicios como las instituciones controladas por el chavismo, lo que ha llevado al gobierno a justificar su persecución, al considerarlo un «desconocedor de las leyes».
Además de las fuerzas especiales de la policía, el blindaje de la capital venezolana incluye la participación de milicianos, civiles sin preparación militar pero leales al régimen, quienes forman parte de los anillos de seguridad que protegen al presidente Maduro. También se reporta la presencia de agentes cubanos dentro de este dispositivo de control. La estrategia de Maduro está claramente orientada a evitar que González asuma el cargo, buscando deslegitimar cualquier intento de su parte de tomar posesión como presidente electo.
La comunidad internacional ha sido tajante al rechazar las acciones del régimen de Maduro, calificando la persecución contra González de «injustificada» y de «violación de derechos humanos». A pesar de los esfuerzos del gobierno para acallar a los opositores, González sigue siendo una figura clave en la lucha por la democracia en Venezuela, respaldado por muchos sectores que consideran su victoria legítima.
En medio de este clima de represión, el futuro político de Venezuela sigue siendo incierto. Mientras Maduro refuerza su control, los llamados a la unidad y al respeto por los derechos humanos aumentan desde distintas partes del mundo, exigiendo la liberación de los presos políticos y el fin de las persecuciones.