Expertos advierten que la contaminación de la cuenca continúa afectando la salud de la población, especialmente de los niños, mientras que las promesas estatales sobre las 10 PTAR para Puno siguen sin concretarse.
La contaminación en la cuenca del río Coata, continúa agravándose sin una respuesta efectiva por parte de las instituciones responsables. A pesar de las evidencias sobre el aumento de residuos sólidos, aguas servidas y metales pesados, no existe coordinación entre entidades como el Gobierno Regional, los municipios, OEFA, DIRESA ni otras instancias ambientales y de salud, así lo dio a conocer David Vélezvia Díaz, director de la Unidad de Posgrado de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad Nacional del Altiplano de Puno, a, tiempo de manifestar que esta inacción ha convertido la contaminación en un problema cotidiano para la población, especialmente para los niños que viven cerca del río y enfrentan olores insoportables y riesgos para su salud.
Asimismo, advirtió que la situación representa una grave amenaza para la salud pública. Señaló además que hay presencia comprobada de metales pesados en sangre y orina de personas afectadas, lo que puede provocar desde daños neurológicos hasta enfermedades cardiovasculares, pero que, pese a estas alertas, no se han implementado acciones concretas ni soluciones estructurales.
En la misma línea manifestó que, aunque la minería es una fuente evidente de contaminación, también se ha identificado una alta carga contaminante de origen urbano. El principal factor en esta problemática es el río Torococha, que atraviesa Juliaca, la misma que transporta aguas residuales y basura directamente hacia el río Coata, por lo que es necesario que también la población contribuye al problema, debido a la falta de educación ambiental y de infraestructura adecuada para el tratamiento de residuos.
Resaltó que a pesar de que desde 2004 se han propuesto soluciones como las Plantas de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR), ninguna se ha implementado hasta hoy, por lo que lamentó que, aunque se cuenta con estudios, diagnósticos y propuestas técnicas desde hace más de 20 años, no hay avances reales, “el Estado ha prometido la instalación de 10 PTAR en la región Puno, pero no existe información pública clara sobre su ejecución”, dijo. Finalmente, subrayó que, sin voluntad política, liderazgo técnico y un trabajo multisectorial real, la crisis ambiental seguirá afectando de manera directa a las comunidades y al lago Titicaca. La falta de acción coordinada está costando vidas y comprometiendo el futuro ambiental y sanitario de la región.