Dave Cortese critica duramente la donación de locomotoras diésel a Perú, calificándola como una exportación de contaminación y salud perjudicial
El senador de California, Dave Cortese, ha lanzado una fuerte crítica contra la iniciativa del alcalde de Lima, Rafael López Aliaga, que logró la donación de locomotoras diésel de segunda mano para la capital peruana. Cortese, autor de una propuesta de ley que prohíbe la reventa de locomotoras diésel obsoletas, advirtió que esta acción no solo contribuiría al aumento de la contaminación en Perú, sino que también incrementaría el riesgo de graves enfermedades respiratorias y cardíacas, e incluso cáncer.
En una columna publicada en The Mercury News, Cortese cuestionó la decisión de enviar a Perú vehículos de transporte contaminantes y fuera de servicio. Aseguró que, en lugar de contribuir al desarrollo del país, esta medida resulta ser una forma de «exportar contaminación», al promover el uso de tecnologías obsoletas que liberan más de 40 sustancias químicas dañinas para el ambiente y la salud.
El senador también destacó la contradicción de la iniciativa, ya que mientras en California se promueve la electrificación del sistema ferroviario para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, se están enviando locomotoras diésel a otro país, perpetuando las problemáticas ambientales y sanitarias. Cortese se cuestionó: “¿Por qué debemos alentar a Perú o cualquier otro país a adoptar tecnologías contaminantes cuando pueden optar por soluciones limpias?”
A pesar de las críticas, Rafael López Aliaga ha defendido con firmeza el acuerdo, asegurando que las locomotoras diésel-eléctricas donadas están en excelente estado, son modernas, y cumplen con altos estándares de calidad y ecología. Según el alcalde, los 24,5 millones de dólares invertidos en el acuerdo justificarían la calidad y funcionalidad de los trenes, que incluyen aire acondicionado, acero inoxidable, y hasta baños en cada vagón. Además, López Aliaga subrayó que estos vehículos podrían ofrecer un servicio de calidad similar al de los trenes de California, sin incurrir en los altos costos de un sistema ferroviario nuevo.
Sin embargo, la preocupación sobre los efectos en la salud no se ha disipado. Las locomotoras diésel emiten contaminantes como material particulado (PM2.5), óxidos de nitrógeno (NOx) y monóxido de carbono (CO), compuestos que deterioran la calidad del aire y pueden provocar enfermedades respiratorias, cardiovasculares, e incluso cáncer. Los expertos recomiendan alternativas más limpias como locomotoras híbridas o eléctricas, que podrían reducir los impactos negativos de la contaminación del transporte.
Mientras la polémica sobre los trenes donados sigue en auge, el futuro de esta donación continúa siendo incierto, con más voces cuestionando sus implicaciones tanto para la salud pública como para el medio ambiente.