Fernando Chuquipiunta
Feliciano Padilla Chalco, es un notable narrador puneño-abanquino (1944). Ha sido profesor Principal de la Universidad Nacional del Altiplano, cesado por límite de edad el 19 de febrero del 2019. Ha publicado los siguientes libros: La Bahía, Pescador de Luceros, Amarillito Amarilleando, Ezequiel el profeta que incendió la pradera, Aquí están los Montesinos, Diez cuentos de un verano inolvidable, Cuentos de Otoño y muchos más.
¿En qué medida las vivencias de su infancia han influido en su obra?
Influyeron bastante. Siempre es así. Oswaldo Reynoso decía: Si no has vivido de qué diablos vas a hablar.
¿Si tuvieras que elegir un escritor puneño con el que charlar un rato, a quién elegiría?
A Omar Aramayo.
¿Existe alguna novela conocida que le hubiera gustado escribir?
Estoy contento con lo que escribí, unos 24 libros. Acabo de concluir con la última revisión una novela.
Su trayectoria literaria es muy prestigiosa y relevante ¿cómo describiría el proceso de su obra, desde que empezó y de lo que viene siendo ahora?
Como un proceso. Todo lo que el hombre piensa o hace es susceptible de perfeccionamiento. Parece que llegué a mi madurez. Ahora me intrigan otra clase de temas más cotidianos.
En el 2021 conmemoraremos el Bicentenario del Perú ¿cuáles serían los grandes retos del escritor peruano?
Nos organizaremos a nivel nacional y no participaremos en las celebraciones oficiales donde se rinda homenaje a San Martín y Bolívar. Vamos a poner en el primer plano a José Gabriel Condorcanqui y Micaela Bastidas, así como a todos nuestros héroes originarios de aquella revolución continental.
¿Qué conmemoraremos: 200 años de libertad, 200 años de independencia, 200 años de República?
Según Luis Alberto Sánchez cumpliremos 200 años de republiqueta achorada que ha expoliado y explotado sin piedad a los peruanos de Selva, Sierra y Costa. Recusaremos la corrupción sistemática de 40 años de Alberto y Keiko Fujimori, el Cholo Toledo, Alan García, Ollanta Humala y PPK que robaron tanto en lugar de construir más hospitales bien equipados, con respiratorios, con suficientes médicos, enfermeras y técnicos y una educación de calidad. Actualmente la educación es un sistema de embrutecimiento y enajenación.
Para Luis Alberto Sánchez el Perú era el retrato de un país adolescente, mientras el historiador Jorge Basadre afirmaba que el Perú era un problema y una posibilidad. ¿Cómo define usted a nuestro país en la actualidad?
Un país destruido, en crisis estructural, que hace agua por todos sus poros. No tenemos salvación si el pueblo no se pone de pie.
Bien, alguna anécdota curiosa que haya ocurrido en su trayectoria literaria
No volvía a mi tierra más de 40 años sin ver a ningún familiar ni amigos. Mis abuelos, mis tíos, mis hermanos creían que había muerto en algún sitio. Entonces empezaron a rezar por mí para que les haga algún favor, luego, me prendieron velitas y me convirtieron en un santo varón que hacía muchos milagros. Era Chanito, santo varón resuelve este problema y lo resolvía. Cuando me encontraron se terminó la magia de esta historia. Ahora nos vemos con ellos en Apurímac, Cusco, Arequipa y Lima.
Si le pidieran hacer un comentario sobre la literatura peruana
Que existe un canon oficial perteneciente a las transnacionales que impone paradigmas o modelos de hacer literatura. El mercado se ocupa de que esta literatura sea la única reconocida y prestigiada. Pero yo le digo que, en este momento, hay escritores que han superado dichos modelos y aunque no han entrado al mercado, está comprobado que escriben igual o mejor que muchos limeños. Te cito a Pérez Huarancca, Zein Zorrilla, Crónwell Jara, Sócrates Zuzunaga, Rosina Valcárcel, Winston Orrillo, Andrés Cloud, Mario Malpartida, Rocío Silva Santisteban, Enrique Rosas Paravicino, Mario Guevara, Luis Nieto Degregori, Jóspani, Irma del Águila, Omar Aramayo, José Luis Ayala, Gloria Mendoza, Boris Espezúa, Jorge Florez-Áybar, Vladimir Herrera, Jovín Valdez, Alfredo Herrera, Karina Pacheco, Leoncio Luque Ccota, Darwin Bedoya, Christian Reynoso, Javier Núñez, Bethoven Medina y muchos más que en este momento no vienen a mi memoria. Yo pertenezco al Gremio de Escritores del Perú que está dirigido por Armando Arteaga y Jorge Luis Roncal que, también, son buenos poetas.
¿Qué elementos o alguna situación, en particular, decidió que fuera escritor?
Construía poesía en mi niñez y juventud. Cuando ingresé a la universidad se los mostré a Luis Nieto Miranda, poeta prestigioso y profesor mío. Me devolvió en un café de la universidad y analizó mi poesía y dijo ¿dónde está la poesía? Dime ¿dónde está la poesía? No hay poesía. Tu poesía es palabras sin sentido, muchos adjetivos y nada más. No te dediques a la poesía. Donde noto que puedes progresar es en la narrativa. Tienes materia bruta; tu lenguaje corre como un río desbocado, controla ese lenguaje, que no se te escape. Lee mucho y serás un gran narrador. Rompí toda la frondosa poesía que había construido en la universidad y me dediqué a la narrativa con vida, alma y corazón.
¿Hay un horario para escribir o lo pude hacer en cualquier momento?
Antes, cuando trabajaba escribía todas las noches. Ahora que soy profesor universitario cesante escribo en las mañanas y en las tardes.
¿Cómo quisiera que le recuerden?
Como un buen narrador y, gran maestro, en tanto mi profesión es de profesor, aunque tenga grados de Magister y de Doctor en Ciencias de la Educación. Soy profesor. Si volviera a nacer sería nuevamente profesor.
Finalmente, algún mensaje para los jóvenes que se quieran dedicar a la literatura
Que lean bastante y vivan la vida. No se puede ser escritor sin ser lector.