“Jesús nos dice en la última cena que el que bebe su sangre y come su carne, tiene vida eterna”, reflexionó el obispo de Puno
Ayer 02 de junio, millones de personas alrededor del mundo celebraron la Solemnidad del Corpus Christi. La Solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo, como también es conocida esta celebración, tiene su origen en un milagro acontecido en el siglo XIII.
En este día, la Iglesia tributa a la Eucaristía – presencia real de Cristo – culto público y solemne de adoración, amor y gratitud. En consecuencia, la procesión del Cuerpo y Sangre de Cristo que se realiza después de la Misa principal del día, es la más importante de todas las procesiones del año.
Por la Solemnidad del Corpus Christi, el papa Francisco presidió la Eucaristía en la Basílica papal de San Juan de Letrán, la catedral de la diócesis de Roma; y dijo en su homilía «Tomó el pan, pronunció la bendición» (Mc 14,22). Este es el gesto con el que comienza el relato de la institución de la Eucaristía en el evangelio según san Marcos. Y nosotros podemos partir de este gesto de Jesús — bendecir el pan — para reflexionar sobre las tres dimensiones del Misterio que estamos celebrando: la acción de gracias, la memoria y la presencia.
Las celebraciones en la ciudad de Puno no fueron ajenas, cerca las 6:00 de la tarde JuFra San Antonio Puno, Parroquia San Antonio de Padua Puno, Parroquia La Merced, Parroquia San Juan Bautista, Santuario Virgen de la Candelaria, Hermandad Virgen de la Candelaria y la Hermandad Señor de los Milagros Puno; en procesión llagaron hasta la Basílica Catedral de Puno, para participar de la solmene misa que fue oficiada por el Monseñor Jorge Pedro Carrión Pavlich Obispo de la Diócesis de Puno. Los niños del programa “Entre Escolares” de esta casa emisora se hicieron presentes llevando en hombros al Santo patrono de Radio Onda Azul “San Vicente Ferrer”, a la catedral de Puno también se congregaron decenas de ciudadanos puneños y fueron parte de la Solemnidad del Corpus Christi.
El Monseñor inicio la misa diciendo: “Hoy hacemos memoria especial de la eucaristía, de lo que se nos da, el cuerpo del señor bajo el signo del pan y su sangre, de modo que al recibir el cuerpo y sangre de cristo nos hacemos consanguíneo del señor”.
Haciendo referencia al evangelio de Marcos, cuando dice Jesús “ésta es la sangre, sangre de la nueva alianza”, el monseñor en su homilía manifestó “esta alianza no se interpreta como un aconteciendo opresivo, sino a un acontecimiento de Dios que afirma la vida y que se traduce en una fuerte perspectiva de esperanza. En el antiguo testamento se sella la alianza con la sangre de los amínales, derramándola sobre los objetos litúrgicos; en el nuevo testamento se sella la alianza con la propia sangre de Jesús, y Jesús dice quien bebe mi sangre tiene vida eterna, es la clave para entender la eucaristía”.
Continuó diciendo: “Jesús nos dice en la última cena que el que bebe su sangre y come su carne, tiene vida eterna, aquí nos revela Jesús el significado de la eucaristía, la santa misa es la invitación que Jesús nos hace a participar de su cena para que el hombre sea libre”.
Terminada la misa en la catedral de Puno, los participantes acompañaron la procesión del santísimo sacramento alrededor de la plaza de armas. Muy contentos los fieles llamaron a no alejarse de la fe ya que el señor siempre estará con nosotros.
Elabora por: Yovana Panca Paucar
