Es la primera vez en la historia de Corea del Sur que un presidente enfrenta la posibilidad de ser detenido antes de concluir el juicio político en su contra
El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk-yeol, se encuentra en el centro de una controversia histórica tras la solicitud de una orden de arresto en su contra por parte de un equipo conjunto de investigación. Esta solicitud, presentada ante un tribunal del Distrito Oeste de Seúl, se refiere a la declaración de ley marcial del mandatario el pasado 3 de diciembre, y marca un hito en la historia democrática de Corea del Sur: es la primera vez que un presidente en funciones enfrenta la posibilidad de ser arrestado antes de que concluya el proceso de juicio político.
La Ley Marcial y la Acusación de Abuso de Poder:
El equipo de investigación, compuesto por la oficina anticorrupción, la Policía y el Ministerio de Defensa, ha solicitado el arresto de Yoon por liderar una insurrección y abuso de su cargo al declarar la ley marcial. La acusación también sostiene que el presidente ordenó al Ejército impedir que los miembros del Parlamento votaran en contra de la medida, lo que habría sido un intento de frenar la revocación de su decisión. Aunque los parlamentarios lograron finalmente votar en contra de la ley marcial, se informa que la negativa de algunos mandos militares intermedios a acatar las órdenes presidenciales contribuyó a la revocación de la medida horas después de ser implementada.
Destitución Temporal y Proceso de Juicio Político:
La situación de Yoon se complicó aún más cuando la Asamblea Nacional lo destituyó el 14 de diciembre. Esta destitución lo despojó momentáneamente de sus funciones como presidente, aunque el Tribunal Constitucional de Corea del Sur tiene hasta junio de 2025 para decidir si lo restaura en su cargo o si lo inhabilita permanentemente. Este proceso de juicio político está marcando un punto de inflexión en la política surcoreana, ya que nunca antes un presidente en ejercicio había enfrentado una solicitud de arresto y un proceso de destitución simultáneamente.
Defensa de Yoon Suk-yeol:
El presidente Yoon ha rechazado las acusaciones en su contra, defendiendo su declaración de ley marcial como un «acto de gobernanza» destinado a proteger al Estado surcoreano. Según él, la medida fue una advertencia para la oposición, que controla la mayoría en el Parlamento, contra lo que describió como un abuso del poder legislativo que pone en peligro la estabilidad del país y favorece a Corea del Norte, con quien el Sur sigue técnicamente en guerra.
Yoon también ha afirmado que la ley marcial entra dentro de «la autoridad ejecutiva» del presidente y que no está sujeta a revisión judicial. El mandatario aseguró que continuará enfrentando las investigaciones con «confianza» y luchará «hasta el último momento junto al pueblo» para defender su decisión y su mandato.
Una Primera en la Historia:
La solicitud de arresto contra Yoon Suk-yeol es un hecho sin precedentes en Corea del Sur. El proceso judicial en curso ha atraído la atención internacional, ya que pone a prueba los límites de la separación de poderes en el país y podría tener consecuencias profundas para la estabilidad política de la nación.
