El padre Gabriel Castañeda pide a los fieles vivir guiados por el Espíritu Santo frente a un mundo de divisiones y confusión
El párroco del templo San Juan Bautista de Puno, Gabriel Alejandro Castañeda López, manifestó en la homilía de la santa misa de este domingo 17 de agosto, celebrada en el santuario de la Virgen de la Candelaria, que el fuego del Espíritu Santo cambia y transforma la vida de los hombres. “Es un fuego que nos purifica, nos limpia y nos deja sin manchas del pecado”, indicó el reverendo, quien también recordó que el Señor nos enseña el camino del amor, el perdón, la amistad, la fraternidad y la caridad, situación contraria a lo que nos muestra el mundo: la maldad, las guerras, la envidia y las divisiones.
Manifestó que ser hijos de Dios nos impulsa a ir en contra de todas las malas acciones que hoy nos presenta el mundo. “Vivamos siempre como hijos de Dios”. Lamentó que, hoy en día, en la misma familia haya divisiones. “Algunos se preparan para asistir a misa los domingos, pero también hay otros que no quieren vivir con Dios. Hay personas que no quieren acercarse a Él”, explicó. “Vivamos conforme a lo que Dios quiere y pide”, enfatizó.
Finalmente, invitó a la feligresía a vivir y permanecer en el amor de Dios, a pesar de las múltiples contradicciones que se evidencian en el mundo. “El Señor lo dice en el Evangelio: tenemos que ser los signos contrarios a lo que el mundo pide. El mundo nos enseña tantas cosas que a veces confunden. Tenemos que estar firmes con el Señor, porque solo con Él tendremos la luz de la vida”, indicó.
