Un documento confidencial de la PNP identificó a comunicadores y creadores digitales como promotores de protestas contra el Gobierno, lo que generó denuncias de amedrentamiento y nuevas convocatorias de marchas ciudadanas.
Un documento de inteligencia confidencial de la Policía Nacional del Perú (PNP), revelado por un portal, expuso el seguimiento a tiktokers, activistas y periodistas que habrían promovido las marchas de la Generación Z. El informe menciona a la activista Lía Valderrama, al periodista Paolo Benza y a otros comunicadores, señalando que sus plataformas digitales habrían contribuido a fomentar protestas contra el Gobierno. La inclusión del medio La República en este reporte generó alarma entre gremios periodísticos y defensores de derechos humanos, que calificaron el hecho como un intento de amedrentamiento.
Según el documento, elaborado por la División de Inteligencia de la Región Policial Lima, las redes sociales serían “espacios de convocatoria” de las manifestaciones recientes. La vigilancia a comunicadores e influencers fue interpretada por sectores ciudadanos como una forma de hostigamiento estatal hacia quienes informan o comentan sobre la crisis política. Ante ello, Lía Valderrama denunció en su cuenta de X (antes Twitter) que se siente amenazada, responsabilizando a la PNP y al ministro del Interior, José Jerí, de cualquier agresión en su contra.
Pese a la controversia, el movimiento Generación Z continúa organizando protestas. Tras la movilización del 25 de octubre, el colectivo convocó un nuevo paro nacional para el 14 de noviembre, con punto de partida en el Palacio de Justicia. La jornada busca exigir justicia por Eduardo Ruiz Sanz, joven fallecido durante las protestas del 15 de octubre, y denunciar la represión policial. Los organizadores afirman que la falta de canales institucionales para expresar sus demandas los obliga a mantenerse en las calles, con el respaldo de estudiantes, transportistas y diversos colectivos ciudadanos.