El polémico fiscal supremo, que participó en decisiones clave del caso, asumirá una investigación que podría involucrarlo. Otros fiscales ya se inhibieron por el mismo motivo
La investigación por la polémica decisión de la Junta Nacional de Justicia (JNJ) para reinstaurar a Patricia Benavides como fiscal de la Nación quedó en manos de un fiscal no menos controversial: Tomás Gálvez. Su designación ocurre luego de que Delia Espinoza, Pablo Sánchez y Zoraida Ávalos se inhibieran por conflicto de intereses al estar directamente involucrados en pronunciamientos o decisiones previas sobre el caso.
Gálvez, recientemente reincorporado por orden del Tribunal Constitucional, será el encargado de continuar la investigación preliminar contra Gino Ríos Patio, presidente de la JNJ sentenciado por violencia familiar, y otros cinco consejeros (María Teresa Cabrera, Jaime de la Puente, Víctor Chanduví, Germán Serkovic y Cayo Galindo). Se les acusa de usurpación de funciones, abuso de autoridad y encubrimiento personal por haber intentado imponer a Benavides como fiscal de la Nación a través de la resolución 231-2025-JNJ, en contravención del procedimiento legal.
Una investigación con conflictos desde el inicio
La carpeta fue inicialmente abierta por la fiscal suprema Delia Espinoza, directamente afectada por la restitución de Benavides, ya que había sido designada por la Junta de Fiscales Supremos como fiscal de la Nación para el periodo 2024-2027. Por ello, decidió apartarse y derivar el caso al fiscal supremo más antiguo, Pablo Sánchez.
Sin embargo, Sánchez también se inhibió, al haber firmado el pronunciamiento oficial de la Junta de Fiscales Supremos que reconocía únicamente la elección de Espinoza. Este argumento también fue compartido por Zoraida Ávalos, segunda en antigüedad, quien se excusó por encontrarse “en la misma situación”.
Ante la cascada de inhibiciones, la carpeta retornó a Espinoza, quien la derivó al tercer fiscal con mayor antigüedad: Tomás Gálvez. Él, sin embargo, podría enfrentar el mismo dilema ético. Participó en la sesión de la Junta del 23 de junio en la que se solicitó a la JNJ aclarar su resolución y se reafirmó el respaldo a la elección de Espinoza como fiscal de la Nación. Esto lo pondría en posición de juez y parte.
¿Gálvez se inhibirá o asumirá?
Hasta el momento, Gálvez no ha anunciado su inhibición. De continuar con el caso, estaría a cargo no solo de esta carpeta, sino también de al menos otras cuatro investigaciones relacionadas con Patricia Benavides, que ya han sido derivadas a su despacho.
Entre ellas figuran:
- Presuntas irregularidades en la Dirección de Procedimientos Disciplinarios de la JNJ.
- La supuesta vigilancia («reglaje») al consejero Francisco Távara.
- Interferencias en un proceso de amparo en el Poder Judicial.
- Acciones que habrían buscado blindar a Benavides en medio de graves acusaciones en su contra.
Gálvez, cabe recordar, archivó recientemente una investigación contra el presidente del Congreso, José Jerí, por presunta violación, generando cuestionamientos sobre su imparcialidad.
Un caso clave en medio de la tormenta
Este nuevo episodio se suma al ya deteriorado panorama institucional del sistema de justicia en el Perú. La Junta Nacional de Justicia, encargada de nombrar y sancionar a jueces y fiscales, ha sido fuertemente cuestionada por su intento de reposicionar a Patricia Benavides quien enfrenta acusaciones por liderar una presunta organización criminal.
Ahora, con la investigación en manos de un fiscal que podría tener interés directo en el resultado del caso, se abre una nueva interrogante: ¿se hará justicia o se blindará nuevamente a los involucrados?