La comunidad de Cambria en Putina enfrenta una dolorosa pérdida tras la furia de la naturaleza, que acaba con el rebaño de un poblador
La comunidad de Cambria, en la zona norte de Putina, está sumida en la tristeza y preocupación luego de una tragedia natural que dejó a 11 alpacas muertas. El hecho ocurrió en el sector de Achayani, donde las alpacas, que estaban en avanzado estado de gestación, fueron fulminadas por un rayo en medio de una intensa tormenta eléctrica. Las alpacas pertenecían al señor Aníbal Quea Yana, un humilde criador que depende exclusivamente de estos animales para el sustento de su familia.
Con lágrimas en los ojos, Quea Yana relató cómo la furia de la naturaleza terminó con meses de esfuerzo, cuidado y esperanza, ya que las alpacas que perdió no solo representaban el presente económico de su familia, sino también su futuro, pues los animales estaban por dar a luz. La tragedia pone en evidencia la vulnerabilidad de las comunidades altoandinas ante fenómenos naturales y la falta de medidas de prevención, como seguros agrarios o sistemas de alerta temprana, que agravaron la situación.
El señor Quea Yana y su familia piden un apoyo urgente a las autoridades locales, regionales y nacionales, así como a organizaciones no gubernamentales y la sociedad civil, para mitigar el impacto de esta tragedia. Es crucial que se implementen medidas de apoyo y prevención para los criadores de alpacas, quienes representan un motor económico vital para muchas comunidades altoandinas.
Por Néstor Turpo
