Última misa de novena: Los hombres que viven en avaricia y corrupción son presa fácil del demonio


El padre Jorge Málaga Ayala, en la última misa de novenas reflexionó respecto al evangelio de San Marcos cuando Jesús expulsó a una legión de demonios que después entra en un hato de cerdos.

En relación analógica, dijo que los hombres que viven a manera de cerdos son presa fácil del demonio, y aquellos que son empoderados por el demonio con frecuencia suelen superar a los demonios.

Por ello, orientó a los feligreses que, para defendernos del ataque de los demonios y gozar de una verdadera alegría hay que creer en Dios y sus ángeles “La verdadera alegría de la humanidad nace del corazón, de Dios, no del placer y fiesta” dijo.

Advirtió que tenemos que cuidarnos del propio ángel malo, que poco a poco nos lleva a sus fines y arrastra nuestra alma con engaños para intenciones perversas con la humanidad. Respecto a la escritura, afirmó que los espíritus malignos entran con más facilidad a la de los “cerdos”, porque viven en desorden, en la suciedad.

El padre también formuló la pregunta ¿Por qué los demonios mataron a los cerdos, por qué se precipitaron? Cuando fueron estos liberados del hombre. Respondió que los demonios procuran entristecer al hombre y siempre gozan por su daño, mucho más cuando es económico.

Finalmente, dijo que en la actualidad hay muchos endemoniados que habitan en los sepulcros. Mientras tanto los hombres siempre buscan los sepulcros de la corrupción, los sepulcros de las impurezas enredadas en la belleza de los cuerpos.

En el sepulcro de la ambición, Jesús nos invita al arrepentimiento. En la ambición, el padre Jorge Malaga advirtió que los ávaros suelen dañar a quienes ningún daño les han hecho. “Los avarientos esclavizan a las personas. Son aquellos que tienen empresas y pagan miserable. Los ambiciosos destruyen familias y arruinan la comunidad” dijo.