La industria del cigarrillo electrónico se ve sacudida por la muerte de 10 personas y cientos de casos de enfermedad pulmonar, cuyas causas específicas se desconocen pero que está vinculada al consumo de este producto. Como consecuencia, Juul, la empresa líder del mercado de los cigarrillos electrónicos, anunció este miércoles el remplazo de su director ejecutivo y adoptó un perfil bajo para intentar asegurar su futuro.
La incertidumbre sobre el futuro del ‘vapeo’ o «vaping», como se conoce en inglés al hábito de utilizar cigarrillos electrónicos, hizo que las dos compañías de tabaco más grandes del mundo, Altria y Philip Morris International, renunciaran a sus planes de una megafusión. Juul sustituyó a su director ejecutivo, Kevin Burns -a quien se le atribuye haber comandado la exitosa conquista de tres cuartos del mercado de los «e-cigarettes» en Estados Unidos- por K. C. Crosthwaite, veterano directivo de Altria.
La compañía comercializa cigarrillos electrónicos con diseños que los asemejan a un «pen drive» y contienen «jugo» de nicotina perfumado, productos que se han vuelto muy populares especialmente entre los jóvenes. Unos 3,6 millones de estudiantes de secundaria usaron productos de vapeo en Estados Unidos en 2018, un aumento de 1,5 millones respecto al año anterior. Además, Juul anunció que suspenderá toda su comunicación publicitaria y también el cabildeo.
Enfermedad misteriosa
Las autoridades no han establecido aún con exactitud cuál es la sustancia presente en los cigarrillos electrónicos que provoca estas enfermedades. El registro más reciente de los casos de enfermedades a vapeos fue de 530. Según datos difundidos la semana pasada por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, más de la mitad de los pacientes tienen menos de 25 años y las tres cuartas partes son hombres.
Los laboratorios de la Agencia de Drogas y Alimentos (FDA) analizan más de 150 muestras sospechosas, pero aún no han identificado la o las sustancias responsables de estas enfermedades pulmonares agudas, dijo Mitch Zeller, director de la división de tabaco del organismo. «No existe un denominador común sobre los productos utilizados, cómo se usaron, dónde se compraron y qué pudo haber sucedido entre el momento en que el usuario los obtiene y el momento en que se vaporiza y es inhalado», explicó.
Los investigadores son muy cautelosos sobre la posible causa de las enfermedades, ya sea por una marca, un producto o una fuente. En muchos casos, las recargas involucradas contenían THC, el principio psicoactivo del cannabis, y según el Washington Post, expertos de la industria de la marihuana han advertido que en el mercado negro se emplean sustancias para espesar el aceite de THC, entre ellas un derivado conocido como acetato de vitamina E. Sin embargo, los investigadores no han identificado algún producto o sustancia como responsable subyacente de la enfermedad, aunque sospechan de alguna forma de exposición química.
Reacciones políticas
La industria está amenazada asimismo por una serie de prohibiciones a la venta de estos productos en varios estados de Estados Unidos, ante la inquietud de autoridades sanitarias y familias. El martes, Masachusets prohibió oficialmente la venta de todo tipo de cigarrillo