Estos dispositivos, destinados a evitar la comunicación de los internos, también han impactado negativamente a los residentes cercanos de centro poblado de Alto Puno.
Eloy Gonzales Carcasi, presidente de la urbanización Nuestra Señora de Guadalupe en el centro poblado de Alto Puno, expresó su frustración por la falta de solución a un problema que afecta a la comunidad, desde la colocación de bloqueadores de señal móvil en el penal de Yanamayo durante la pandemia. Estos dispositivos, destinados a evitar la comunicación de los internos, también han impactado negativamente a los residentes cercanos, limitando su acceso a telefonía móvil e internet.
Señaló que, a pesar de los constantes reclamos, no se ha encontrado una solución efectiva, junto con el alcalde del centro poblado, se presentó una solicitud a OSIPTEL y se realizó una medición del impacto del bloqueo, que se comunicó al Ministerio de Transportes y Comunicaciones. Sin embargo, hasta la fecha, no se ha logrado resolver el problema.
Asimismo, destacó que, según las normativas, los bloqueadores deberían tener un alcance de radio de solo 200 metros. No obstante, se ha observado que el efecto de los dispositivos se extiende a más de 300 metros, afectando no solo a Guadalupe sino a todos los barrios circundantes. Antes de la instalación de los bloqueadores, la señal móvil en la zona era normal.
Mencionó que esta situación está perjudicando el desempeño académico de los estudiantes de la zona, quienes no pueden acceder a internet para sus estudios. Los vecinos siguen esperando una solución urgente para restaurar la señal y garantizar el acceso a servicios esenciales.