Venezuela se convierte en el segundo país en quedarse sin glaciares, afectando la seguridad hídrica y el equilibrio ecológico.
Venezuela ha perdido su último glaciar, el Humboldt, ubicado en el Parque Nacional Sierra Nevada, según confirmó la Organización Meteorológica Mundial (OMM). Con este suceso, Venezuela se convierte en el segundo país del mundo en quedarse sin glaciares, después de Eslovenia. La desaparición de estas masas de hielo en la región andina es una consecuencia directa del calentamiento global y subraya la rapidez con la que el cambio climático está afectando los ecosistemas tropicales.
Los glaciares tropicales están desapareciendo a un ritmo diez veces mayor que la media mundial. En los Andes, desde finales del siglo XIX, se ha perdido el 25% de la cobertura glaciar, afectando el equilibrio ecológico y los patrones climáticos. La falta de estas reservas naturales de agua pone en riesgo la seguridad hídrica de las poblaciones cercanas, ya que los glaciares cumplen un papel fundamental en el ciclo del agua, regulando el caudal de los ríos y mitigando sequías en épocas secas.
La desaparición de los glaciares no solo impacta el suministro de agua, sino que también genera cambios en la biodiversidad y aumenta el riesgo de desastres naturales. Sin estas reservas de hielo, las especies adaptadas a ecosistemas de alta montaña enfrentan la amenaza de extinción, mientras que las comunidades locales sufren las consecuencias de una menor disponibilidad de agua. Este fenómeno resalta la necesidad urgente de implementar políticas efectivas de protección ambiental para mitigar el impacto del cambio climático y preservar los ecosistemas en peligro.