Venezuela regresará a la Comunidad Andina de Naciones (CAN) y al sistema interamericano de derechos humanos, si prospera el acuerdo asumido en esta capital por su presidente Nicolás Maduro y su par de Colombia, Gustavo Petro.
En la CAN “queremos invitar a Chile (miembro asociado), a Ecuador, Perú y Bolivia a que acepten el reintegro de Venezuela con todos sus derechos y deberes”, dijo Petro durante la firma con Maduro de una declaración que culminó su encuentro del 1 de noviembre para restablecer plenamente la relación bilateral.
En su reunión abordaron igualmente “que Venezuela pueda integrarse al sistema interamericano de derechos humanos”, soportado por la Organización de Estados Americanos (OEA), que el gobierno de Maduro abandonó en 2019.
Con la visita de Petro, desde el 7 de agosto el primer presidente de izquierda en Colombia, se pasa la página a seis años de desencuentros, ruptura de relaciones, cierre de la frontera y constante tensión política e incluso militar entre el gobierno izquierdista de Maduro y sus contrapartes de derecha en Bogotá.
Maduro resaltó el abordaje “de la cooperación bilateral, económica, comercial, y la apertura total y asegurada de la frontera”, cuyo cierre desplomó el comercio, afectó la vida de millones de personas a uno y otro lado de la línea fronteriza, y permitió que prosperasen organizaciones delictivas que controlan pasos clandestinos.
“Queremos que recobre su vigor comercial esa frontera, que quedó en manos de las mafias”, dijo Petro, quien poco antes en Bogotá había asegurado que de esos grupos para el tránsito ilícito de mercancías y personas hacían parte militares, tanto colombianos como venezolanos.
La frontera colombo-venezolana fue la más activa de la CAN cuando Venezuela era parte de ese acuerdo también conocido como Pacto Andino, y por los puentes fronterizos transitaba hasta 80 % del comercio bilateral, que en su año pico (2008) alcanzó los 7000 millones de dólares, con balanza favorable a Colombia.
Los mandatarios “concertaron el reimpulso y resolución de los nudos críticos en materia de transporte terrestre, aéreo, fluvial y marítimo”, según la declaración, y en breve se reanudarán los vuelos directos entre ciudades de ambos países, interrumpidos hace más de tres años.
Maduro dijo que se abordó el tema de Monómeros Colombo-Venezolanos, empresa de fertilizantes radicada en Colombia pero propiedad de la estatal Petroquímica de Venezuela, y que estuvo dirigida por opositores venezolanos que siguen como “presidente interino” al dirigente opositor Juan Guaidó.
Petro desconoció a Guaidó, tenido como “presidente legítimo” de Venezuela por su predecesor en la presidencia colombiana, Iván Duque, y aún reconocido como jefe nominal del Estado venezolano por Washington y algunos otros gobiernos que consideran ilegítima la reelección de Maduro en 2018.
En la declaración Petro “augura el mayor de los éxitos en la reanudación de la mesa de diálogo entre el gobierno de la República Bolivariana de Venezuela y la oposición venezolana y para lo cual estamos a su disposición”.
Se trata de una señal de que en breve se reanudarían las conversaciones para un acuerdo mínimo de convivencia y pacto sobre elecciones entre el gobierno de Maduro y los principales grupos opositores, adelantadas con dos sesiones en México pero interrumpidas desde hace meses.
El regreso del gobierno de Maduro a esa mesa de la que se había levantado puede inscribirse en un movimiento más amplio para mejorar su reinserción en el escenario internacional y en particular en el hemisférico, marcado por la ruptura de relaciones y un continuo enfrentamiento político y diplomático con Washington.
El anuncio de que con apoyo de Colombia pueda regresar al sistema interamericano coincidió con la petición de la Corte Penal Internacional, Karim Khan, para que la Sala de Cuestiones Preliminares de ese tribunal le autorice a proseguir sus investigaciones sobre Venezuela.
Esa fiscalía investiga al Estado venezolano por acusaciones de graves violaciones a los derechos humanos, de los cuales serían responsables altos mandos civiles y militares durante varios de los 10 años que Maduro lleva al frente del gobierno.
Petro también planteó, y consiguió la aquiescencia de Venezuela, para llevar una posición común en defensa de la selva amazónica cuando se realice en Sharm el Sheij, Egipto, a partir del 6 de noviembre, la 27 Conferencia de las Partes (COP27) sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas.
Venezuela, por su parte, es un facilitador de los diálogos de paz que inician el gobierno de Petro y la guerrilla Ejército de Liberación Nacional (ELN), y la declaración recogió que “el presidente Nicolás Maduro Moros eleva sus votos para que se logre el objetivo central de la paz total en Colombia”.}
Fuente: IPS Noticias