Fernando Chuquipiunta
El luchador social Vicente Mendoza Díaz, nació el 5 de abril de 1905 en la hermosa ciudad de la primavera eterna Moho. Es hijo de don Lucas Elisbán Mendoza Provincia, primer periodista que tuvo Huancané y que publicaba su periódico a puño “El deshojalador de botones” y de doña María Josefa Díaz Ccalla, quienes además de Vicente tuvieron a Alicia, Carmen, Consuelo y Julio.
Realizó sus estudios en la Institución Educativa Primaria 73003 – Glorioso 841 de Huancané, en el Glorioso Colegio Nacional San Carlos de Puno, luego se formó en los claustros universitarios de la Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa y en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, optando el título de Abogado; además llegó a ser presidente de la Federación de Estudiantes de la UNMSM cuando fue rector José Antonio Encinas Franco.
Siendo adolescente observó de cerca los movimientos campesinos realizados en la zona aymara de Puno, tuvo como centro de operaciones la comunidad de Huancho ubicado en Huancané. Era conocido cariñosamente como el «Chulo Mendoza”, que tuvo una decidida participación en la arena política del altiplano puneño.
Conocía la problemática económica social y cultural de Puno, lo que le ha permitido ser conferencista en varios lugares del Perú. Mantuvo correspondencia con Salvador Allende, Rómulo Betancur, Nikita Krushov y José Carlos Mariátegui, con quién, combatió durante el gamonalismo andino, fenómeno social que le inspiró escribir sobre los abusos de que era objeto el campesinado cuya obra inédita aún se desconoce.
El luchador social Vicente Mendoza Díaz ha sido objeto de persecución, vejámenes, encarcelamientos y torturas, tanto en el «Frontón” como en el «Sepa» y el «Sexto», incluso llegó a ser exiliado en La Paz-Bolivia, donde tuvo que ir disfrazado de mujer para no ser comprendido por la justicia gamonal.
A los 41 años de edad, participó en las elecciones generales de 1945, por primera vez, un representante genuino alcanzó la votación suficiente para desempeñar el cargo de parlamentario; sin embargo, por obra y gracia de sus enemigos políticos no ocupó una curul como diputado, debido al temor de que un hombre de convicciones progresistas levantará su voz de protesta.
Cuando vivió en la ciudad de Puno, asesoró a organizaciones populares e instituciones folclóricas, deportivas y culturales. Además, fue fundador del Frente de Organizaciones Populares de Puno, que después tuvo una decidida participación en el Movimiento Popular de Puno, incluso luchó junto con Alberto Catacora Pino, Juan Sotomayor Pérez, para que se aperture la Universidad Técnica del Altiplano de Puno.
Antes que le alcanzara la muerte, tuvo una destacada participación en Puno con ocasión de los sucesos del 27 de junio de 1972, en donde dejaron de existir dos estudiantes de la Universidad Técnica del Altiplano; tales como, Roger Aguilar Callo y Augusto Lipa Calizaya y la comerciante y ama de casa, Candelaria Herrera, siendo aquella vez presidente de la Asociación de Padres de Familia del Glorioso Colegio Nacional San Carlos de Puno, hizo que la sociedad puneña se congregara en el Parque Pino y calles adyacentes, donde pronunció uno de sus mejores discursos, conmoviendo profundamente a la multitud que se quedaron consternados por los sucesos del 27 de junio de 1972, arrancando lágrimas por doquier con las siguientes palabras melancólicas: “Mamita Candelaria, todo el pueblo de Puno te llora postrado de dolor, porque tú simbolizas a la madre que desde tempranas horas de la mañana hasta caer la tarde trabajas incansablemente para ganar el pan de cada día a favor de sus hijos, y caíste tú para dar vida a una juventud que seguirá los pasos grandes por la justicia y libertad”, expresó Augusto Ramos Zambrano.
El historiador huancaneño Julio Volodia Mendoza Aparicio escribió: “Junto a su gran amigo Natalio Calderón de Conima, con quien también coincidía ideológicamente y otros destacados músicos de Conima como Filiberto Calderón Pacoricona, fundaron el Conjunto de Sikuris Qhantati Ururi de Conima; desde entonces surgió una completa identificación entre el tradicional conjunto de zamponas y el luchador social, como resultado de esta identificación y cariño los “Qantati Ururi» compusieron hermosas melodías como «Cinco de abril» en honor a la fecha de nacimiento del “Chulo” Mendoza y cuando nació su primogénito, compusieron el huayño “Pico” en honor a Augusto Mendoza Pineda, primer hijo de Vicente Mendoza Díaz y de su esposa Adelaida Pineda Achata. A mediados de la década de los años 40 Vicente Mendoza Díaz, simpatizantes y fundadores del Conjunto de Sikuris Qhantati Ururi, organizaron el primer viaje de este conjunto con destino a la ciudad de Lima, para que se presenten en diferentes escenarios de la capital como el Palacio del Gobierno, Congreso de la República y a otros lugares (…). Inclusive cuentan que por las dificultades del viaje un integrante de los Qhantati Ururi dejó de existir en el camino, para pena de los conciudadanos puneños. La participación del Conjunto de Sikuris Qhantati Ururi de Conima en la capital fue todo un éxito”.
No está demás señalar que el luchador social Vicente Mendoza Díaz falleció el 27 de abril de 1974, en la ciudad blanca de Arequipa, a los 69 años de edad; sin embargo, sus restos fueron velados en el Colegio de Abogados de Puno, luego fueron trasladados al Glorioso Colegio Nacional San Carlos de Puno. Sus restos descansan en el Cementerio Laykakota de Puno, en la primera fila del sexto piso del Pabellón N° 035, llamado Sarita Colonia. Es así que año tras año la sociedad realiza diversas romerías cada 1° de mayo, llevándole flores rojas a la tumba del «Chulo” Mendoza.