Decenas de feligreses participaron de la bendición de candelas


Virgen de la Candelaria
Foto: Karlo Pechi- Virgen de la Candelaria

Carlos Londoño Henao, pidió por el eterno descanso de los pobladores que fallecieron en las diversas manifestaciones

Con una masiva participación de feligreses, la tarde de ayer 01 de febrero se realizó la bendición de candelas, a vísperas de la Solemnidad de la Santísima Virgen María de la Candelaria. El acto litúrgico se efectuó al exterior del templo San Juan Bautista de Puno y estuvo presidido por el párroco Carlos Londoño Henao, quien también estuvo acompañado del rector del seminario de Puno, reverendo Víctor Tejada y otro grupo de sacerdotes.

En medio de oraciones y canticos se cumplió con el rito de la bendición de las velas y los cirios, “¡Oh Dios!  Fuente y origen de toda luz, acepta el deseo de tu pueblo que hoy se ha reunido para cantar la alabanza de tu nombre, te rogamos y te suplicamos que santifiques estos cirios para tener esa luz que alumbra las naciones”, invocó.

Además, recordó que “hace 40 días celebramos el nacimiento del niño Jesús, hoy es aquel día santo en el que Jesús es presentado en el templo con María y José para cumplir públicamente la ley de Dios y para encontrarse con su pueblo”.

Cabe precisar que un grupo de niños y niñas vestidos con túnicas blancas se sumaron a la ceremonia litúrgica llevando en manos las fotografías de los pobladores que fallecieron en las acciones de protesta suscitados en Juliaca, Macusani, Ilave y otras ciudades del país. De este acto también participaron los alferados.

En la reflexión, el párroco recordó que María la virgen en su advocación de la Candelaria es la patrona del altiplano. En esta ceremonia se pidió por los fallecidos en las diversas acciones de protesta, “Señor, a ellos dales el eterno descanso”, expresaron los clérigos.  Al final del rito de la bendición de velas, la imagen de la Virgen de la Candelaria fue trasladado en procesión a la Basílica Menor de la Catedral de Puno para la solemne víspera, fue acompaña por una multitud de feligreses.