Castro, considerado testigo clave del caso Lava Jato, falleció antes de culminar su colaboración eficaz, su testimonio podría ser admitido como prueba si se corrobora con otros elementos.
El fiscal del Equipo Especial del caso Lava Jato, José Domingo Pérez, anunció que solicitará formalmente al Poder Judicial que se lean en el juicio oral contra Susana Villarán las declaraciones que brindó el exgerente municipal José Miguel Castro durante la fase de investigación. Castro, considerado “uno de los testigos más importantes”, fue hallado muerto el 29 de junio en su casa de Miraflores, sin haber reportado amenazas previas a su seguridad.
Castro tenía un acuerdo de colaboración eficaz que debía concluir el 12 de julio. Su testimonio incluyó presuntas coimas por alrededor de 10 millones de dólares de Odebrecht y OAS para financiar la campaña contra la revocatoria de Villarán. Tras su fallecimiento, se extingue la persecución penal en su contra, pero sus declaraciones siguen teniendo valor probatorio, siempre que se puedan corroborar con otros elementos de prueba.
Analistas y la fiscalía coinciden en que la muerte de Castro podría tener fuerte impacto en el juicio, cuyo inicio está previsto para el 23 de septiembre. El proceso continuará, y el juez deberá decidir si admite las declaraciones previas como evidencia. En paralelo, el fiscal Pérez evalúa solicitar el adelanto y reforzar la seguridad de los testigos clave.
