En 2022, el hoy exalcalde de Lima aseguró que no se presentaría a las elecciones presidenciales del 2026. Hoy, su renuncia evidencia un cambio de rumbo que contradice sus propias palabras
Rafael López Aliaga, líder de Renovación Popular y ahora exalcalde de Lima, ha renunciado a su cargo para postular a la presidencia en las elecciones generales del 2026. La decisión ha generado controversia, ya que en octubre de 2022 declaró públicamente que no tenía intención alguna de candidatear, asegurando que su “palabra vale oro”.
Durante una entrevista en el programa Sin Medias Tintas, días después de ganar la alcaldía de Lima, López Aliaga fue claro y categórico: “No postulare, por el bien del Perú”, respondió cuando se le preguntó si sería candidato presidencial en 2026. Añadió que la prioridad era la formación de una coalición democrática y que su rol no era liderarla.
“El país necesita una coalición de partidos demócratas. Tiene que haber una alianza entre fuerzas como Acción Popular, Fuerza Popular, Avanza País y Renovación Popular”, sostuvo en ese momento, descartando figurar como candidato. Incluso aseguró que Keiko Fujimori a quien mencionó como parte del bloque propuesto también había renunciado a sus aspiraciones.
“No voy a ser candidato. Mi palabra vale oro. Eso lo sabe cualquier persona”, insistió el entonces burgomaestre.
Sin embargo, menos de tres años después, la realidad ha cambiado. Su renuncia a la Municipalidad Metropolitana de Lima, confirmada recientemente, marca un giro que contradice de forma directa sus declaraciones pasadas. La movida política ha generado críticas tanto en redes sociales como entre figuras del ámbito político, al cuestionarse la coherencia y credibilidad del líder de Renovación Popular.
La ciudadanía, que depositó su confianza en él para dirigir la capital hasta el 2026, ahora enfrenta una nueva realidad: la de un político que rompió su promesa más enfática.
