Por primera vez en cinco siglos, el líder de la Iglesia católica y los monarcas británicos se reunieron en el Vaticano para una ceremonia ecuménica que selló un compromiso común en defensa del planeta y el diálogo entre religiones
Una mañana cargada de simbolismo y espiritualidad se vivió este jueves 23 de octubre en el Vaticano. Los Reyes del Reino Unido, en visita de Estado a la Santa Sede, participaron junto al Papa León XIV en una histórica oración ecuménica celebrada en la majestuosa Capilla Sixtina.
El evento, inédito desde hace cinco siglos, unió en un mismo gesto a la Iglesia católica y a la Iglesia de Inglaterra miembro de la comunión anglicana para alabar a Dios Creador y renovar el compromiso común con el cuidado de la creación.
Un diálogo que renace
Antes de la ceremonia, los monarcas mantuvieron una audiencia privada con el Papa en el Palacio Apostólico. Más tarde, en la Sala Regia, intercambiaron dos ejemplares de orquídeas como símbolo de su compromiso compartido con la protección del medio ambiente.
Bajo los frescos de Miguel Ángel y frente a la imponente escena del Juicio Final, el Papa León XIV y el rey Carlos rezaron juntos, marcando un nuevo capítulo en las relaciones entre Roma y Canterbury. La oración, realizada en latín e inglés, se desarrolló en el contexto del Jubileo de la Esperanza, y recordó los diez años de la encíclica Laudato si’, dedicada al cuidado de la casa común.
San Ambrosio y San Newman, puentes de fe
La ceremonia comenzó con un himno de san Ambrosio de Milán, interpretado en una traducción de san John Henry Newman, teólogo inglés que vivió a ambos lados de la fe: primero anglicano, luego católico. Newman será proclamado doctor de la Iglesia el próximo 1 de noviembre.
Entre los presentes destacaron el arzobispo de York, Stephen Cottrell; el cardenal Vincent Nichols, arzobispo de Westminster; y el arzobispo de St. Andrews y Edimburgo, Leo Cushley.
Voces en comunión
El aspecto musical también reflejó la unión de las dos tradiciones. Niños del coro de la Capilla Real de St. James’s Palace y del coro adulto de la Capilla de St. George del Castillo de Windsor invitados por Carlos y Camila cantaron junto al coro de la Capilla Musical Pontificia Sixtina.
Durante la liturgia, se leyeron los salmos 8 y 64 y un pasaje de la Carta a los Romanos centrado en la esperanza. Uno de los momentos más emotivos fue la interpretación del himno If ye love me, de Thomas Tallis, compositor que sirvió tanto a la liturgia católica como a la anglicana en el siglo XVI.
Al concluir, el Papa y el arzobispo Cottrell rezaron juntos:
“La gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo estén con nosotros para siempre.”
Ambos salieron luego de la Capilla Sixtina caminando uno al lado del otro, símbolo del camino ecuménico que, pese a las diferencias, sigue avanzando con esperanza y fraternidad.
Ceremonia de Estado con espíritu de unidad
Los Reyes llegaron al Vaticano a las 10:50, recibidos con honores militares en el Patio de San Dámaso. Tras los himnos nacionales, la reina Camila, vestida de negro y con velo, acompañó al monarca durante la audiencia privada con el Pontífice.
Mientras el rey mantenía un encuentro con el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado, la reina visitó la Capilla Paulina. El día concluyó con la oración ecuménica, que quedará grabada como un hito histórico de fe, diálogo y compromiso por la creación.