El futuro de la Iglesia católica está en juego: los «papables» del mundo traen consigo visiones diversas, historias inspiradoras y desafíos únicos
Un viejo refrán vaticano dice: “Quien entra al cónclave como papa, lo deja como cardenal”. Y aunque los favoritos siempre están bajo la lupa, la realidad es que en cada elección papal hay sorpresas que cambian el rumbo de la historia. El próximo cónclave será decisivo para el futuro de la Iglesia católica, y el campo de candidatos está más abierto que nunca, gracias a las reformas del papa Francisco.
Durante su pontificado, Francisco diversificó el Colegio Cardenalicio, alejándose de la tradición eurocéntrica y otorgando el capelo cardenalicio a líderes de iglesias en regiones antes marginadas como Asia, África y América Latina. Esta nueva composición hace más difícil predecir el voto, pero también refleja una Iglesia más global.
Los nombres que suenan fuerte
Entre los «papables» destacan figuras con trayectorias diplomáticas, visiones progresistas, raíces en tierras de misión y un fuerte compromiso con la justicia social. Aquí algunos de los más mencionados:
- Cardenal Pietro Parolin (Italia): actual Secretario de Estado del Vaticano, con amplia experiencia diplomática. Representa una opción tradicional, con un enfoque más conservador pero pragmático.
- Cardenal Matteo Zuppi (Italia): arzobispo de Bolonia y mediador de paz en Mozambique. Cercano al papa Francisco, es conocido por su apertura hacia la comunidad LGBTQ+.
- Cardenal Luis Antonio Tagle (Filipinas): carismático y cercano al estilo pastoral de Francisco. Su elección marcaría la llegada del primer papa del sudeste asiático.
- Cardenal Pablo Virgilio David (Filipinas): firme defensor de los derechos humanos y crítico del régimen de Duterte, representa una Iglesia comprometida con los más vulnerables.
- Cardenal Gérald Lacroix (Canadá): pastor con experiencia en una sociedad secularizada. A pesar de una acusación desestimada, es visto como un líder sólido.
- Cardenal Fridolin Ambongo (Congo): voz crítica contra la corrupción y defensor de los derechos humanos. Representaría un giro hacia la pujante Iglesia africana.
- Cardenal Robert Prevost (EE.UU./Perú): de origen estadounidense, pero con larga experiencia en América Latina. Actualmente dirige el Dicasterio para los Obispos.
- Cardenal Jean-Claude Hollerich (Luxemburgo): jesuita moderado, líder sinodal y abierto a reformas, con experiencia en Asia y Europa.
- Cardenal Michael Czerny (Canadá): experto en justicia social y migraciones, jesuita con amplio recorrido en África y América Latina.
- Cardenal Cristóbal López Romero (España/Marruecos): salesiano con experiencia interreligiosa en Marruecos y América Latina.
- Cardenal Tarcisius Isao Kikuchi (Japón): misionero con trayectoria en África, defensor de la paz y el diálogo interreligioso.
- Cardenal Joseph Tobin (EE.UU.): progresista, multilingüe y con fuerte compromiso con los migrantes. Su origen estadounidense puede jugar en su contra.
- Cardenal Péter Erdő (Hungría): conservador, cercano al gobierno de Orban. Una figura firme para quienes desean un cambio de rumbo doctrinal.
Un cónclave abierto e impredecible
La gran mayoría de los posibles candidatos fueron nombrados por Francisco, lo que refleja una clara continuidad en su visión pastoral y social. Sin embargo, con un colegio cardenalicio más diverso que nunca, cualquier cosa puede pasar. La única certeza: el próximo papa deberá ser un líder global, con capacidad para guiar a la Iglesia en tiempos de transformación.
