En la catedral de Puno, se llevó a cabo el tradicional rito del Domingo de Ramos, allí el obispo de la Diócesis de Puno, bendijo simbólicamente las palmas, recordando la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén en medio de una multitud que lo aclamó como el Mesías. Posterior a ello se dio inicio con la Misa y la lectura del relato de la Pasión de Jesús durante la Eucaristía.
En su homilía, monseñor Jorge Pedro Carrión Pavlich, dijo que Jesús es la esperanza de la humanidad, porque fue crucificado para levantarse victorioso sobre la muerte y el pecado. En este momento de crisis por la pandemia que genera sufrimiento pidió refugiarnos en Jesús, para acercarnos a Dios.
Explicó que la diferencia entre la muerte de Jesús y Judas; es que Jesús murió por el pecado de todos nosotros, mostrando solidaridad con la humanidad. En el presente, mencionó que tenemos la oportunidad de ser solidarios con nuestro prójimo respetando las normas establecidas por las autoridades para evitar la propagación de esta enfermedad.
Asimismo, pidió en oración para que los hogares sean un centro de esperanza, donde los padres contemplen a sus hijos con amor infinito y los hijos vean en sus padres el principio de sus vidas estando siempre agradecidos, y de esta manera cada hogar se constituya con el auténtico amor.
Cabe resaltar, que con esta ceremonia se dio inicio a la Semana Santa, por ello el obispo de la Diócesis de Puno, dijo que es una semana de reflexión sobre la pasión de Jesús, para que podamos proclamar juntos la resurrección de Jesucristo el cual debe ser nuestra fortaleza, gozo y alegría.
Finalmente, señaló que cuando hayamos sentido la soledad, no nos olvidemos que Jesús experimentó el abandono total por cada uno de nosotros, para estar siempre a nuestro lado, tal como se muestra en el evangelio.
