Tras el avance de la variante delta de la COVID-19, este martes en Wuhan, se anunció la aplicación de test masivos a la población, mientras que en Estados Unidos el número de hospitalizaciones debido a esta variante se incrementa.
China, país que se creía que estaba superando la pandemia de forma exitosa, vuelve a estar en alerta tras un nuevo foco de contagios de la variante delta, en un grupo de trabajadores de limpieza del aeropuerto de Nanjing.
La variante delta está obligando a que el gobierno chino, un programa para aplicar el test de descarte de covid, a cerca de 11 millones de habitantes.
En Estados Unidos, a pesar de la intensa campaña de vacunación, la variante ha producido una nueva ola de hospitalizaciones, comparables a las de la primera fase de la pandemia. Actualmente se estima que ha provocado que los casos diarios de contagio se disparen hasta superar los 70.000.
«Estos casos se concentran en las comunidades con menores tasas de vacunación», dijo a la prensa Jeff Zients, coordinador de la Casa Blanca para la pandemia.
Frente al avance de la variante delta, otros países están empezando a estudiar la posibilidad de aplicar vacunas de refuerzo. Por ejemplo Alemania indicó el lunes que empezaría a ofrecer terceras dosis a las personas mayores y a los grupos de riesgo.
Fuente: RPP/ AFP
