En el Tercer Domingo de la Cuaresma, el párroco del templo San Juan Bautista de Puno, Carlos Alberto Londoño Henao, recordó que, hoy todos caminamos con Jesús, en el desierto de nuestras vidas, “para tener ferviente nuestra fe y conocer la grandeza de Dios”, indicó el padre. Asimismo, recordó que, quien camina con Jesús da frutos venidos de Dios.
Ayer domingo, que también se conmemoró el Día del Trabajo, dijo que “no sólo se considera trabajador aquel que está en planilla o trabaja en una institución o reciben un pago, sino también a quienes dedican parte de su vida y su tiempo al servicio de la familia”.
En su homilía, explicó que el mar representa al mundo del mal y en varios textos del evangelio se ha demostrado que Dios tiene poder sobre el mal y el mar.
Explicó que, a los discípulos de Jesús aún les cuesta adentrarse a la resurrección de Cristo. Dijo que hoy nos toca resucitar, para reconocer la grandeza de Dios, “necesitamos resucitar a una vida nueva a pesar de nuestro pasado”, indicó el reverendo.