Familiares y compañeros del sargento fallecido piden esclarecer las extrañas circunstancias que rodean su muerte
Ayer, en horas de la tarde, familiares, amigos y un grupo de soldados dieron el último adiós al sargento segundo Saúl Wilfredo Limachi Avendaño, quien falleció en extrañas circunstancias la noche del martes 7 de enero en el Hospital III de EsSalud Puno.
Sus familiares, visiblemente afectados, exigieron en todo momento justicia, al tiempo que señalaron que, en una tomografía realizada al occiso, se reveló un golpe reciente en la cabeza, por lo que exigieron al Ministerio Público la transparencia y aceleración de las investigaciones que se están realizando para identificar al responsable de este hecho.
“No puede ser que, a la última hora, avisen que (el soldado Limachi Avendaño) estaba con derrame. La vida no se compra con dinero, la vida no se compra con golpes, la vida se debe respetar. No es posible que un joven que, a pesar de haber quedado huérfano de padre, haya intentado salir adelante estudiando y queriendo servir a la patria, no los hayan devuelto muerto”, expresó uno de sus familiares.
Como se recuerda, Maximiliana Avendaño, junto a sus familiares, se apersonaron a las instalaciones de Radio Onda Azul, donde denunciaron que, desde el 1 de enero del presente año, no tuvieron ningún tipo de comunicación con su hijo, y fue por un llamado telefónico de su compañero del cuartel de Pomata que se enteraron de que la víctima se encontraba internada en el referido Centro de Salud, donde, a su llegada, observaron extrañas diligencias militares para posteriormente recibir la lamentable noticia de su deceso.
Finalmente, los restos del sargento fueron enterrados en el cementerio de Ventilla, en la ciudad de Puno, con la presencia de compañeros de armas que rindieron honores.
