El comandante John Henry Sea Béjar advierte que el 99% de los incendios son provocados por el hombre y urge a las autoridades a actuar con prevención, educación y sanciones ante la falta de control y recursos en zonas rurales.
El comandante de la Compañía de Bomberos N° 42 de Puno, John Henry Sea Béjar, expresó su preocupación por el incremento de incendios forestales en la región debido a quemas agrícolas no controladas, una práctica que se intensifica con la llegada de la temporada de heladas y sequía.
Durante una entrevista en Radio Onda Azul, el comandante fue enfático al señalar que “el 99% de los incendios forestales en Puno son provocados por acción humana”, ya sea por descuido, conflictos personales o prácticas agrícolas irresponsables. Si bien reconoció que existen quemas controladas y necesarias en algunos casos, lamentó que la mayoría no se ajustan a las normativas vigentes y carecen de supervisión.
Resaltó que los incendios no solo afectan al medio ambiente, destruyendo fauna, flora y microbiología del suelo, sino que también generan pérdidas económicas, riesgos a la salud y a la vida humana. “No es solo cuestión de ir y apagar el fuego, sino de entender el impacto que estas quemas tienen en toda la sociedad”, subrayó.
En 2023, se registró el mayor número de incendios forestales en la región, con el saldo trágico de dos fallecidos y numerosas afectaciones a animales y cultivos. El comandante indicó que, si bien los bomberos cuentan con más de 20 años de experiencia en la atención de estos siniestros, aún se enfrentan a grandes desafíos, como la falta de colaboración de los pobladores para identificar a los responsables y la escasa presencia de las autoridades competentes, como el Ministerio Público y la Policía Nacional.
El comandante también denunció la precariedad con la que operan los bomberos en zonas rurales. “Trabajamos con herramientas manuales como paletas y rastrillos para sofocar el fuego, no tenemos equipos de protección respiratoria porque no hay presupuesto ni condiciones para ello”, explicó. Añadió que muchas veces deben enfrentarse a llamas de hasta 2.5 metros de altura, sin agua suficiente ni acceso con vehículos cisterna debido a la geografía agreste.
Además, advirtió que la movilización hacia estos incendios implica descuidar la atención de emergencias en zonas urbanas, ya que los incendios rurales pueden demandar hasta ocho horas de trabajo continuo.
En ese entender hizo un llamado urgente a las autoridades locales, regionales y nacionales a asumir un rol más activo en la prevención de estos desastres. “No basta con intervenir cuando el fuego ya está fuera de control. Hay que trabajar el antes, el durante y el después. Hoy estamos en el tiempo del antes”, enfatizó.
El comandante pidió campañas masivas de educación, cumplimiento de las normas y coordinación con comunidades para establecer medidas de prevención eficaces. También lamentó la falta de sanciones efectivas, señalando que hasta la fecha no se ha conocido de investigaciones fiscales ni sentencias judiciales contra responsables de estos incendios.