El mercado informal del GLP amenaza la seguridad de millones de familias. Autoridades advierten sobre los graves riesgos
El mercado informal del gas licuado de petróleo (GLP) envasado ha alcanzado niveles alarmantes en el Perú. SEl mercado informal del gas licuado de petróleo (GLP) envasado ha alcanzado niveles alarmantes en el Perú. Según recientes cifras de la Sociedad Peruana de Gas Licuado (SPGL), actualmente existen más de cuatro millones de balones de gas adulterados en circulación a nivel nacional. Esta preocupante situación es consecuencia del débil control estatal y el crecimiento sostenido del comercio ilegal de GLP.
El Organismo Supervisor de la Inversión en Energía y Minería (Osinergmin) ha alertado que más del 50% de los balones vendidos en el país provienen de fuentes ilegales, una realidad que expone a millones de hogares a posibles explosiones, fugas de gas y otros accidentes graves.
Estos cilindros son, en muchos casos, reutilizados sin cumplir con los controles de seguridad, sin mantenimiento adecuado y con peso inferior al reglamentario. A menudo presentan abolladuras, óxido, precintos manipulados o colores que no coinciden con la marca original, siendo revendidos como si fueran productos oficiales. Esta práctica engañosa e irresponsable representa una amenaza directa para la integridad de los consumidores.
Se estima que siete de cada diez familias peruanas podrían estar expuestas a estos riesgos debido a la amplia presencia de este mercado ilegal.
Las autoridades recomiendan a la ciudadanía seguir las siguientes medidas para evitar ser víctima del fraude:
- Verificar el estado físico del balón antes de aceptarlo: no debe tener golpes, corrosión ni signos de manipulación.
- Comprobar que el color y el logo coincidan con la marca que se solicitó.
- Asegurarse de que el precinto de seguridad esté intacto y sin alteraciones.
- Realizar la compra a través de distribuidores autorizados y canales verificados.
La informalidad en el comercio de GLP no solo afecta la economía formal, sino que pone en juego la vida de millones de personas. Urge una intervención más firme de las autoridades para frenar esta amenaza y proteger a los hogares peruanos.