América Latina: La pandemia aumentó el hambre y la guerra en Ucrania la agudiza


Los países de Latinoamérica son las que más padecen la inflación y situación se verá agravada por los efectos de la guerra en Ucrania.

Como efecto de la guerra en Ucrania, «al ciclo inflacionista mundial se sumarán problemas de seguridad alimentaria. En América Latina, una de las regiones que más padece la inflación, el escenario es muy preocupante”, dice a DW Javi López, copresidente de la Asamblea EuroLatinoamericana (Eurolat).

A finales del 2020, la ONU hablaba de un aumento de la población pasando hambre con relación a 2014. Si en ese año la cantidad de personas que se podían permitir una o ninguna comida al día era de 47,6 millones, en 2020 la cifra ascendió a 92,8 millones, según la FAO.

La situación se verá agravada por los efectos de la guerra en Ucrania. Por ello, la preocupación fue reflejada en la declaración conjunta que los presidentes de ambos lados de ambos lados del océano aprobaron al final de su reunión en Buenos Aires , celebrada entre el 11 y el 14 de abril de 2022.

Más producción, más hambre

«Según la FAO, tenemos ya los precios de los alimentos más elevados de los últimos 60 años”, sigue Javi López. Esto es una de las consecuencias del enorme impacto de la guerra de Ucrania. Ello se debe «a que Ucrania es uno de los graneros del mundo y a que Rusia es el mayor productor de fertilizantes. La mezcla de la invasión, por un lado, y las sanciones, por otro, lleva a que la producción de alimentos y sus precios vayan a acabar gravemente distorsionados”, añade.

Aunque África es la que se verá fuertemente golpeada -por su mayor dependencia de los cereales rusos-, América Latina no se salvará del impacto. ¿Por qué, si la escasez de los cereales en los países de la Unión Europea llevará a una mayor producción y exportación de soja, trigo y maíz desde países productores latinoamericanos, como Brasil y Argentina?

«Es cierto que los países productores pueden beneficiarse del aumento de precios en el mercado internacional, eso es evidente”, afirma López, eurodiputado español del bloque socialista. «Pero, al mismo tiempo, esos países tendrán poblaciones con más difícil acceso a los alimentos por el aumento de los precios”, añade. A la vez, López recuerda que las cuentas públicas y el gasto fiscal de todos o casi todos los países de América Latina y el Caribe vienen de dos años de muchísimo estrés debido a la pandemia.

Se requiere esfuerzo

Por ello, en la declaración de EuroLat se aboga por una «recuperación económica justa, inclusiva y en paz”. «No debemos conformarnos con un mundo postpandemia igual al que teníamos antes del 2020”, afirmó Óscar Darío Pérez, copresidente de Eurolat por el componente latinoamericano. Pero esa innovativa recuperación no se dará si no existen esfuerzos claramente definidos.

En esta situación, la declaración final de la presidencia de los parlamentos latinoamericanos y el Parlamento Europeo pide «intensificar los esfuerzos para fortalecer las cadenas de suministro de alimentos y la seguridad alimentaria, incluyendo la protección de las actividades de producción y comercialización necesarias para satisfacer la demanda nacional y mundial y la búsqueda de nuevos proveedores alternativos de alimentos”. 

Con información de la agencia DW