La sesión para confirmar la renuncia del primer ministro se convierte en un campo de batalla, dejando heridas a diputadas y desatando protestas masivas fuera del recinto
Este martes, el Parlamento de Serbia fue escenario de violentos altercados durante una sesión crucial para confirmar la renuncia del primer ministro en funciones, Milos Vucevic, en medio de una creciente crisis política. Al menos tres personas resultaron heridas tras enfrentamientos entre diputados del gobernante Partido Progresista Serbio (SNS) y miembros de la oposición, que utilizaron bengalas, bombas de humo, huevos y botellas de agua como forma de protesta.
Los disturbios comenzaron al inicio de la sesión, cuando los diputados opositores interrumpieron el debate, arrojando objetos y desplegando pancartas con lemas como “Serbia se ha levantado para que caiga el régimen”. La situación empeoró cuando agentes de seguridad intervinieron y el recinto se llenó de humo, mientras la tensión aumentaba.
Una de las diputadas heridas, Jasmina Obradovic del SNS, sufrió un derrame cerebral tras ser impactada por una granada aturdidora. La presidenta del Parlamento, Ana Brnabic, calificó el ataque como grave y acusó a la oposición de actuar como una “banda terrorista”. Otros dos diputados también resultaron heridos. A pesar de la violencia, Brnabic aseguró que la sesión no sería suspendida.
Mientras tanto, fuera del Parlamento, cientos de manifestantes, principalmente estudiantes, exigían un gobierno de transición y elecciones justas, tras acusaciones de fraude electoral contra el SNS. Las protestas se intensificaron después de la tragedia en la estación de trenes de Novi Sad, que dejó 15 muertos y alimentó las acusaciones de corrupción en el gobierno.
La renuncia de Vucevic, anunciada a fines de enero, sigue siendo un tema central, mientras el presidente Vucic promete formar un nuevo gobierno en 30 días, aunque la oposición lo considera un líder autoritario.
