Familias de Juliaca rindieron homenaje a la Pachamama con ofrendas y rituales en viviendas y a orillas del río Coata, reafirmando su conexión espiritual y cultural con la tierra
Con gran fervor, miles de familias en Juliaca celebraron este 1 de agosto el tradicional challado a la madre tierra, costumbre ancestral en la región.
Desde tempranas horas, las personas realizaron ofrendas en sus viviendas, negocios, vehículos y otros bienes, utilizando incienso, vino, coca, flores y diversos elementos simbólicos.
Además, como parte de la tradición, numerosas familias se dirigieron al río Coata, especialmente en los sectores de los puentes Unocolla, Maravillas, Independencia y otros, donde recogieron piedras planas, consideradas por muchos como señal de atracción de la prosperidad económica.
Esta costumbre, profundamente arraigada en la identidad cultural del altiplano, no solo refleja la espiritualidad del pueblo, sino también el deseo colectivo de bienestar, abundancia y protección para el nuevo ciclo que inicia en agosto.