Cientos de feligreses participaron virtualmente en la misa de fiesta en honor a la Virgen de la Candelaria


“Amemos nuestra vida y a los que están cerca de nosotros”, reflexionó el obispo de Puno

“Hermanos y hermanas que están presentes en la eucaristía a través de las redes sociales y los medios de comunicación, ofrezcamos nuestro corazón contrito, acongojado y herido al Señor (…), pongamos a Dios en el centro de nuestras vidas. Y él encontrará en nuestras oraciones lo que deseamos”, dijo el monseñor Jorge Pedro Carrión Pavlich, obispo de la Diócesis San Carlos Borromeo de Puno, durante la Misa de Fiesta en honor a la Santísima Virgen de la Candelaria.

Resaltó que la Iglesia Católica hoy celebra la solemnidad de la presentación del Señor en el templo y la purificación de la Virgen María y debido a las circunstancias actuales de la pandemia, la eucaristía se cumplió por primera vez sin la presencia física de feligreses, pero cientos de ellos, con una vela encendida estuvieron espiritualmente siguiendo la misa virtual.

En el evangelio de hoy, se presentó a personajes importantes; Simeón y Ana, así como la familia sagrada Jesús, María y José.  Todos tienen un papel importante, ya que son protagonistas de la presentación del Señor en el templo. “El niño es presentado como la luz de las naciones”, dijo 

Señaló que la Virgen María de la Candelaria acompaña a su hijo a lo largo de la historia, y su sufrimiento de madre lo experimenta hoy aquí en medio de nosotros, pero no por las circunstancias actuales, sino por el rechazo que existe en contra de Jesús.

Se refirió a también al valor de la vida humana. “Cuando rechazamos el valor de la vida humana, estamos rechazando al Señor (…), Dios no nos ha creado para destruir la vida de los seres humanos”, reflexionó.

Cuestionó los proyectos impuestos de grupos de poder económico, que quieren controlar la vida humana. “Ahí encontramos el dolor y sufrimiento del hombre”. En la pandemia se observa que hay pleitos por la adquisición de las vacunas.

Finalmente pidió a los feligreses amar la vida y a quienes están cerca de nosotros protegerlos. Y la mejor manera de hacerlos es cumplir con las medidas de bioseguridad, porque es la mejor vacuna que tenemos en la actualidad.