Pese a liderar las encuestas, el expresidente queda excluido de la contienda electoral tras una sanción de 10 años por cerrar el Congreso en 2019
A menos de un año de las elecciones generales, el expresidente Martín Vizcarra ha sido oficialmente excluido del proceso electoral de 2026. El Congreso de la República ha publicado este sábado en el diario El Peruano la resolución que oficializa su inhabilitación por diez años, impidiéndole ejercer cualquier cargo público, incluida la presidencia.
La razón: cierre del Congreso en 2019
La sanción responde a lo que el Parlamento consideró una infracción del artículo 134 de la Constitución Política del Perú, relacionada con la disolución del Congreso llevada a cabo por Vizcarra el 30 de septiembre de 2019. Según los 67 legisladores que votaron a favor de la medida, el entonces presidente abusó de la figura de la cuestión de confianza, al interpretar que la postergación de la elección de magistrados equivalía a una negación de confianza.
La inhabilitación se sustenta en tres denuncias constitucionales acumuladas presentadas entre 2023 y 2024 por los congresistas Alejandro Muñante, Patricia Chirinos y Segundo Tapia, esta última en representación de exparlamentarios que se consideraron directamente agraviados por el cierre del Congreso.
El proceso fue llevado por la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales, que en enero de 2025 aprobó por mayoría el informe final que responsabiliza al expresidente y a otros exfuncionarios como Vicente Zeballos y Salvador del Solar.
La paradoja de las encuestas
La decisión llega en un momento clave. Vizcarra, líder del partido Perú Primero, encabezaba las encuestas con un 15,1% de intención de voto, por delante de Keiko Fujimori (10,3%) y Rafael López Aliaga (8,4%). Su principal respaldo venía del interior del país, así como de jóvenes y mujeres.
Sin embargo, con esta resolución, su candidatura queda automáticamente anulada, lo que altera radicalmente el panorama electoral. Vizcarra ya estaba inhabilitado por el caso “Vacunagate” —relacionado con su vacunación anticipada contra la COVID-19— pero su defensa seguía intentando revertir esa medida ante el Tribunal Constitucional. Ahora, se suma una nueva inhabilitación que refuerza su exclusión política.
Un proceso con antecedentes polémicos
Durante el debate parlamentario, se cuestionó si el cierre del Congreso de 2019 —avalado por sectores de la ciudadanía y con respaldo internacional limitado— debía ser sancionado con una medida tan severa. No obstante, el Congreso consideró que Vizcarra actuó fuera del marco legal al interpretar la cuestión de confianza como causal para disolver el Legislativo.
El informe de la Subcomisión subraya que no se puede usar la cuestión de confianza en temas que no implican un proyecto de ley, como fue el caso de la elección de magistrados del Tribunal Constitucional.
¿Y ahora qué?
Vizcarra no podrá participar de las elecciones generales del 12 de abril de 2026, en las que se elegirá al próximo presidente, vicepresidentes, senadores, diputados y parlamentarios andinos. Será el primer proceso con bicameralidad restituida tras una reforma constitucional. Más de 40 partidos políticos competirán en un proceso que, salvo una mayoría absoluta, se definirá en segunda vuelta.
Mientras tanto, la inhabilitación deja vacante un importante bloque electoral y reconfigura las alianzas y estrategias para los próximos meses. La pregunta es: ¿quién capitalizará el espacio que deja Vizcarra?