Debido a las muertes de civiles en el conflicto entre Israel y Hamás, que sigue escalando y en el que varios miembros del organismo internacional ven un alto riesgo de propagación.
Después de que casi 190 palestinos perdieron la vida en la Franja de Gaza por los constantes bombardeos israelíes, entre ellos el del campo de refugiados de Al Maghazi, el Consejo de Seguridad convocó a una reunión de urgencia este viernes 29 de diciembre.
Majed Bamya, observador permanente adjunto de Palestina en la ONU, tomó la palabra: «La catástrofe humanitaria no es la consecuencia de una guerra, es una herramienta utilizada por Israel para presionar a la gente y forzarla al desplazamiento», indicó el representante palestino, que, además, reiteró su llamamiento al alto el fuego y criticó que al Consejo de Seguridad se le ha «impedido» pedirla. Asimismo, denunció que las muertes de civiles palestinos «no son un efecto colateral de la guerra», sino parte de una agresión «con objetivos criminales» de Israel contra el pueblo palestino.
Por otro lado, el embajador israelí ante la ONU, Gilad Erdan, quien cuestionó la convocatoria, se preguntó si «esta violencia ocurre mágicamente», denunció que «terroristas genocidas buscan asesinar a ciudadanos israelíes cada día» y afirmó que la situación en el norte de Israel se acerca a un «punto de no retorno».
«Cada día, hay israelíes inocentes bajo ataque y si estos ataques persisten, Israel se asegurará de que estos actos terroristas paren», señaló Erdan, quien además adelantó que «la situación escalará y podría conducir a una guerra total».
El vicesecretario general para Oriente Medio de la ONU, Khaled Khiari, advirtió que el riesgo de propagación del conflicto a nivel regional sigue siendo alto «por la multitud de actores involucrados». Khiari añadió que hay reportes de ataques en bases estadounidenses en Irak y Siria a diario, a los que EE.UU. ha respondido contra «grupos sospechosos de esas acciones», y «bombardeos israelíes dentro de Siria».
Fuente: Agencia Andina
