En Misa Crismal monseñor Jorge Carrión Pavlich motiva nuestra atención sobre el significado de la unción y el misterio de la fe


En la celebración de la Misa Crismal, desarrollado en la Catedral de Puno, monseñor Jorge Pedro Carrión Pavlich, obispo de la Diócesis San Carlos Borromeo, motivó a dirigir nuestra atención sobre el significado de la Unción y el Misterio de la Fe.

Para entender el misterio cultural de la Unción resaltó el uso del aceite de olivo como antiguo ritual de los pueblos de oriente. Entre los principales cultos el aceite era utilizado en las fiestas, en transferencia de autoridades, a menudo se asociaba con ideas religiosas.

Se usaba para curar enfermedades. En la parábola del Buen Samaritano, el herido es ungido para que las heridas cierren y no se infecten, dijo monseñor.  

Según Éxodo, “Dios le dice a Moisés: elijo a Aaron para que sea sacerdote a él lo vas a elegir”. En referencia a este pasaje bíblico, el obispo de Puno, dio a entender que los ungidos son los elegidos de Dios. “La elección tiene un designio, un propósito, cumplir con el mandato divino” dijo.

A partir de la unción el hombre cambia, se transforma y es adiestrado para cumplir mandato divino. La unción es figura de santificación y cualificación del espíritu que transforma al hombre para tener una misión, agregó.

En el caso especial de Jesús, quien es rey, sacerdote y profeta es ungido por Dios con el Espíritu Santo y poder.

En referencia a la Última Cena, ocurren dos momentos: el lavatorio de pies y confrontación que Pedro le hace a Jesús, donde se anuncia la traición; ambos hablan de lealtad y confianza. Citando las rimas de San Román el melódico, monseñor describió la conversación sostenida entre el Salvador y el discípulo; entre pasajes, describe la vez que Pedro negó tres veces a Jesús antes de que cante el gallo.

Al respecto monseñor Jorge Carrión, dijo que, a pesar de ser elegidos y ungidos, es difícil renunciar a la autonomía, el sentido de ser libres, y las seguridades a nuestro modo de pensar y actuar. Dirigiéndose a quienes fueron ungidos como Presbíteros y diáconos, monseñor dijo: “nunca olvidemos con la unción con que fuimos elegidos para un propósito, cumplir con el mandato divino que designa Espíritu Santo que nos empodera para estar en fe”.

 “A los miembros del clero de la Diócesis de Puno, en conciencia de la unción recibida, demuestren vida de lealtad y fidelidad al Señor. Sepan siempre que a pesar de que lo pase (…) detrás nuestro está Cristo” reflexionó monseñor cuando se dirigió al clero, quienes reafirmaron sus votos.