España se ha visto en la obligación de devolver más de 9.000 test rápidos, que adquirieron de una empresa china, puesto que los mismos presentan serios defectos.
Las pruebas fueron sometidas a controles por parte del Centro Nacional de Epidemiología (CNE) de España, donde pudieron detectar que “las especificaciones de este lote enviado no corresponden a lo que venía en los certificados de calidad con marcado CE”.
Por otro lado varios laboratorios de microbiología de grandes hospitales, después de analizar los test concluyeron que “No detectan los casos positivos como era de esperar”.
Estos resultados corresponden a los difundidos por el diario El Mundo da cuenta -por ejemplo- que tienen una sensibilidad del 30% cuando deberían superar el 90%, lo que significa que las pruebas no valen porque dan muchos falsos negativos.
Ante esta controversia el Gobierno español ha decidido devolver la totalidad de los test a la empresa proveedora que los cambiará.
Por su parte la Embajada China en España asegura que la empresa Shenzhen Bioeasy Biotechnology, proveedora de los test, “no ha conseguido todavía la licencia oficial de la Administración Nacional de Productos Médicos de China para vender sus productos”.
