Guerra y desastres naturales azotan Gaza: las lluvias inundan más de 1.500 refugios


Inundaciones en Gaza
Inundaciones en Gaza

La crisis humanitaria en Gaza se agrava con el colapso de refugios y la llegada de torrenciales lluvias, sumando sufrimiento a millones de personas ya devastadas por la guerra

Las intensas lluvias que han azotado la Franja de Gaza en los últimos días han empeorado la ya grave situación humanitaria que enfrentan más de 2,3 millones de personas atrapadas en un conflicto que parece no tener fin. En un contexto de desolación y desesperanza, más de 1.500 tiendas de campaña que albergan a personas desplazadas se han inundado, dejando a miles de refugiados sin un lugar seguro donde resguardarse.

Según informes de la agencia palestina de noticias WAFA, basados en datos de Protección Civil, los equipos de rescate han encontrado más de 30 cm de agua dentro de las tiendas en varios campamentos de refugiados. En la ciudad de Gaza, las áreas del Estadio Yarmouk y el Parque Municipal de Gaza han sido especialmente afectadas, con 242 tiendas de campaña inundadas. Situación similar se reporta en Rafah, donde 170 tiendas en la carretera costera fueron dañadas, y en Khan Yunis, donde más de 665 tiendas fueron afectadas.

Las lluvias torrenciales y la ola de frío que azotan la región han provocado estragos, especialmente en un territorio que ya enfrenta las secuelas de más de 20 meses de guerra. La falta de infraestructura y recursos adecuados para afrontar desastres naturales ha dejado a los refugiados vulnerables, sin refugio y con escasas opciones de supervivencia.

A medida que las lluvias continúan, las condiciones empeoran para miles de familias desplazadas que ya enfrentan enormes dificultades, como la escasez de alimentos, medicinas y atención sanitaria. En Gaza, los refugiados que sobrevivieron a la violencia del conflicto ahora se enfrentan a nuevas amenazas que ponen en riesgo aún más sus vidas.

La situación en Gaza sigue siendo crítica, y organizaciones humanitarias y equipos de rescate se encuentran trabajando en condiciones extremas para brindar asistencia, aunque las dificultades logísticas y la destrucción generalizada de infraestructuras hacen que la ayuda llegue con lentitud.