Las artes y el pensamiento indigenista


Manos

Vivimos en un país caracterizado por no solucionar sus históricos problemas sociales, conflictos antagónicos bien marcados por el racismo, la discriminación.

Por: Jóse Calisaya

Vivimos en un país caracterizado por no solucionar sus históricos problemas sociales, conflictos antagónicos bien marcados por el racismo, la discriminación, que han marcado un sentimiento enérgico de valoración y reinvindicación; pensamiento que encontró su presencia en las expresiones artísticas, siendo la más apropiada la narrativa y la poesía, para plantear su ideario reflexivo desde las realidades propias del hombre andino, que se reflejan en su pensamiento filosófico, educación, democracia, para confrontar su destino desde una enmienda nacional, que permita asumir compromisos frente a la problemática estructural, para modificar el sistema de gobierno de una economía feudal colonialista, de la educación alienante, de la literatura hispano europeizante, que tienen fuerte arraigo en el tiempo.

Por otro lado, nuestra historia carga un sincretismo, por la mezcla de las creencias andinas con la enseñanza cristiana de los conquistadores, complementan a ello la considerable población africana traída por los españoles, que conformaban un tejido social muy heterogéneo. Como bien sabemos, las décadas siguientes a la independencia del Perú, fueron muy accidentadas socialmente por los regímenes caudillistas y el arribo de inmigrantes europeos, chinos, japoneses, alemanes e italianos, para apoyar las industrias crecientes en el país.

No olvidemos que después de la guerra con Chile, hubo un periodo llamado “La República Aristocrática”, en este contexto latía con más fuerza el sentimiento y pensamiento por la desigualdad, marginación, humillación, violación de los derechos fundamentales que seguían sufriendo los pueblos indígenas desde la conquista; por tanto, la sed de reinvindicación se mantuvo en los movimientos independistas criollos y se acentuó en la amplia población peruana.

La realidad  descrita consolidó la “corriente indigenista”, que fue acuñada con el correr del tiempo por los agentes culturales del momento; sin duda, una de las corrientes más importantes fue la literatura peruana del siglo XX, iniciada por la escritora Clorinda Matto de Turner (1852-1909), quien es considerada por muchos la precursora de la novela indigenista latinoamericana; continúan con ésta corriente: Enrique López Albujar, César Vallejo Mendoza, Alcides Espelucín, Abraham Valdelomar, José Carlos Mariategui, Gamaliel Churata, Luis Eduardo Valcárcel, Federico More, Roberto la Torre Medina, Edilberto Zegarra Bailón, entre otros; quienes en sus versos plantearon múltiples temas reflexivos de una realidad parametrada, hegemonizada y centralista peruana, cuyo mensaje central era: ”la descolonización mental y reinvindicación social”.

En las artes plásticas, el “indigenismo pictórico” significaba representar la realidad del Perú en sus obras de arte, para rescatar lo originario y nativo por sobre lo extranjero, mostrando su diversidad étnica y cultural a través de representaciones y registros de muestras, exposiciones en los salones del arte nacional y extranjero, teniéndose a José Sabogal como su principal representante, seguido de los artistas de la Escuela Nacional de Bellas Artes: Julia Codesido, Camilo Blas, Teresa Carvallo, Enrique Camino Brent, Fanny Palacios; en Puno, aparecen las figura de Enrique Masías Portugal, Francisco Montoya Riquelme y los miembros del Círculo Pictórico Laykacota.

Por otro lado, la música indigenista peruana fue una de las manifestaciones culturales que mejor representaba nuestra diversidad, porque sus formas musicales, estuvieron nutridos de la música originaria, nativa – autóctona, cuya pureza y mensaje musical fue elevada a lo más sagrado del academismo musical por Daniel Alomía Robles, Andrés Sas, Rodolfo Holzmann, Theodoro Valcárcel, Luis Duncker la Valle, Edgar Valcárcel, Armando Guevara Ochoa, entre otros.

La poesía de los andes peruanos tiene su propia construcción indigenista, cuyo enfoque está relacionada con nociones geográficas, académicas, sociales e históricas, conectados a su espacio territorial; por esta razón, en Puno resaltan los poetas: Alejandro Peralta, Gamaliel Churata, Dante Nava, Luís de Rodrigo, Alberto Cuentas, Emilio Armaza, Aurelio Martínez, Efraín Miranda, entre otros.

En la fotografía es imprescindible resaltar la presencia incomparable de los artistas: José Gabriel Gonzales, Juan Manuel Figueroa y del puneño Martín Gerónimo Chambi Jiménez, donde sus imágenes siguen deslumbrando a propios y ajenos, porque su legado es el testimonio biológico y étnico, al retratar la dimensión real del indio.