Durante la misa dominical, el Padre de la Iglesia San Juan Bautista, Alfredo Húngaro, tras haber dado lectura de la parábola del fariseo y el publicano, refirió que tal realidad aun persiste en estos tiempos, ya que en la actualidad, un fariseo es quien aparenta lo que no es y se siente con el derecho de juzgar a los demas.
“El Señor busca que seamos conscientes de nuestras acciones, de nuestras faltas u ofensas que podamos hacer no solamente contra Dios, si no también a las personas que están cerca a nosotros, es el momento para pedir perdón a Dios y pedirle que nos ayude a ser mas prudentes.” refirió. Finalmente, recordó a la población que lo único que nos podremos llevar cuando el fin de nuestros días llegue será cada obra que hagamos, cada momento que compartamos, o aquella experiencia buena o mala que hayamos pasado, es algo que nadie nos puede quitar.