“Yo he tenido la oportunidad de gozar de su presencia, de su picardía, de su mal genio también, ya que, por su edad avanzada, le fastidiaba el transporte y prefería caminar”, dijo nieto de Rosendo Huirse.
El nieto de Rosendo Huirse Muñoz, Victor Higor Huirse, contó diversas anécdotas de su abuelo o “papá Rosendo”, a quien, durante los años de vida pudo acompañar y compartir diferentes momentos, además de conocer los cambios de humor poco conocidos del gran compositor puneño.
“Yo he tenido la oportunidad de gozar de su presencia, de su picardía, de su mal genio también, ya que, por su edad avanzada, le fastidiaba el transporte y el ruido del mismo por lo que prefería caminar grandes tramos en la ciudad de Arequipa, vistiendo con su terno plomo y un bastón con empuñadura de plata que lo llevaba de adorno”, comentó.
Así mismo comentó que, si bien es cierto que los hermanos Huirse, destacaron en la música andina y también académica en diferentes países, Rosendo Albino Huirse, tenía un perfil más bajo, “era un conocido compositor, pero siempre luchó porque reconocieran su trabajo que venía realizando y no solo en la composición, sino también en la parte periodística con el diario Eco, que lo trajo de Puno a Arequipa. Al punto de que renegaba porque sus hijos querían seguir sus pasos”, precisó.
Finalmente, agradeció el reconocimiento a su abuelo, además de enfatizar que antes de esta actividad y su declaratoria como patrimonio cultural no se conocía mucho del autor de la música del himno de Puno, “me he sentido emocionado por el legado de mi papá Rosendo”, agregó.