Según expertos: Se necesitarían 8 años para arreglar todas las redes de agua en beneficio de la población, especialmente la infancia y la niñez
En el programa Diálogo Abierto de Salgalú Tv, que abordó el tema «Agua y Alimentos: Derechos indispensables de los niños y niñas», el Premio Nobel de la Paz 2020, el Programa Mundial de Alimentos de la ONU (PMA) a través de su representante en el Perú, Tania Goossens, afirmó que el PMA “calcula que en el Perú habría 4 millones de personas que están en inseguridad alimentaria severa debido a un acceso muy limitado a alimentación de calidad y servicios de salud por la pandemia”.
Tania Goossens indicó que el PMA “frente a la falta de estos servicios, están muy preocupados porque habrá un aumento en los niveles de anemia y desnutrición crónica infantil”. Goossen afirmó que “antes del Covid-19 ya había un 40% de niños con anemia. Las familias, debido a la pandemia están buscando alimentos menos nutritivos, de menor calidad calórica lo cual es preocupante. Es fundamental vigilar el estado nutricional de la población y poner prioridad en la agenda pública la seguridad alimentaria”.
“Es importante una respuesta articulada y multisectorial. EL tema de desnutrición no es un tema sólo de salud, también es un tema de desarrollo que impacta el capital humano, por ello el PMA está expandiendo en el Perú sus diferentes programas como por ejemplo la producción familiar, fomentar los pequeños agricultores ya que por una parte hay un tema de producción de alimentos y por otra parte de disponibilidad de alimentos, por ello la importancia de una mirada multisectorial que fomenta el PMA y que antes de la pandemia logró avances”, aseguró Goossens.
Premio nobel de la Paz 2020
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) recibió el Premio Nobel de la Paz de 2020 por sus esfuerzos para combatir el hambre, su contribución a mejorar las condiciones de paz en áreas de conflictos, y por prevenir el uso del hambre como arma de guerra.
Padre Garatea sobre atención a la infancia
El padre Gastón Garatea, miembro directivo de Inversión en la Infancia, afirmó que “somos un país pobre que ha hecho esfuerzos para hacer ver que no lo somos, pero en el fondo los problemas son eminentes. Ante estas dificultades, el padre Garatea atribuyó que “se tiene que mirar hacia delante y enfrentar los problemas que no hemos querido enfrentar».
Agua y saneamiento: Derechos indispensables de los niños y niñas
En el programa también se abordó la situación del acceso a agua y saneamiento en plena pandemia que viene afectando a la población más vulnerable, especialmente la infancia. La Ing. Marisol Nuñez, especialista en la unidad coordinadora del programa Minam-OEFA-BM; y el Ing. Ricardo Cubas, especialista en proyectos de inversión pública, concordaron en que la infancia es la más afectada frente a la insuficiencia de redes de saneamiento y agua potable.
Ricardo Cubas afirmó que la pandemia evidenció dos graves problemas en nuestro país, la ineficiencia de los proyectos de desarrollo del sector público y el otro la corrupción, que viene haciendo estragos a todo nivel en el país.
“Hay 10 mil proyectos de saneamiento que se han quedado en el camino y que nunca han iniciado su ejecución y eso significa una inversión de 25 mil millones de soles. Algunos de esos 10 mil proyectos se iniciaron pero se quedaron plantados, dejando zanjas en muchos pueblos”. Agregó que “toda esta inversión está paralizada y perjudica a quienes necesitan de ese servicio como son los niños”.
Por su parte, Marisol Nuñez, afirmó que “no es posible pedir a los niños que en medio de la pandemia se laven continuamente las manos si no tienen un servicio tan básico como el agua”. También coincidió con Ricardo Cubas en que el agua que consumimos no es necesariamente agua potable. “Según un estudio de la SUNASS, para el 2021 deberíamos estar a un 100% de consumo de agua potable, meta muy difícil de alcanzar en las actuales condiciones, lo cual evidencia una situación muy grave”.
Finalmente, Nuñez aseguró que “si bien hay una gran brecha que cubrir en las redes de agua potable y alcantarillado en todo el Perú, sobre todo en las zonas rurales, lamentablemente se necesitarían aproximadamente 8 años para cubrir toda esta red, si es que los programas fueran continuos”.
La ingeniera de la UNI, concluyó afirmando que hay muchísimos proyectos y dinero que no se invierte. “Plantas de agua mal diseñadas, normativas que no están actualizadas. No sólo veamos las redes de agua que funcionan mal en Lima sino al interior especialmente en las zonas rurales, las cuales están en total abandono. Por ello, es ilógico pensar que en 2, 3 o 4 años se va cubrir esa brecha completamente”, concluyó Marisol Nuñez.
Fuente: Salgalú Tv
