Denuncian al Hospital Regional Manuel Núñez Butrón de Puno, por negligencia médica, debido a que un recién nacido sufrió una grave fractura en el brazo derecho.
Una madre de familia, entre lágrimas, denunció públicamente al Hospital Regional Manuel Núñez Butrón de Puno, por negligencia médica, debido a que su bebé recién nacido sufrió de una grave fractura en el brazo derecho. Además, denuncio que el personal médico del referido establecimiento de salud recién comunicó del hecho, dos días después del nacimiento del neonato, a tanta insistencia de sus progenitores por conocer su estado de salud.
Según narró, luego de la intervención quirúrgica (cesárea) a la que fue sometida el 1 de diciembre a las 5 de la tarde, los médicos llevaron al recién nacido a otra área para realizarle el tamizaje y los controles correspondientes, sin embargo, al paso de las horas, los médicos no le daban información sobre el estado de salud del bebé, situación que la inquietó en demasía, “tuve que levantar la voz y exigirles que me den información de mi bebé y me dijeron recién que tenía una leve fisura que había causado una hinchazón por lo que se encontraba observación, pero que no era nada de preocupación”, refirió.
Sin embargo, al pasar de los días, y al no tener mayor información, el padre del recién nacido se apersonó a pediatría, donde recién le confirmaron que el bebé había sufrido de una grave factura, “mi esposo me dijo que levantaba su bracito y se caía, no podía sostenerlo porque el huesito estaba roto como se ve en la radiografía que le sacaron”, sostuvo la madre de familia, al tiempo de precisar que inmediatamente enterados del hecho pidieron la información de lo sucedido, pero los médicos del área de ginecología y pediatría negaron ser causantes de este hecho.
En esta misma línea, la madre de familia denunció también que según el documento de intervención quirúrgica, refiere que el médico encargado de este procedimiento fue el gineco obstetra, Rendo López, información que sería falsa, ya que fue el médico residente Edison Paredes y la médico Berenice Aedo, los que realmente estuvieron atendiendo la cesárea, los mismos que en una primera conversación verbal con los padres, admitieron haber cometido la negligencia médica, versión que posteriormente fue negada en el informe requerido.
Finalmente, la madre de familia precisó que actualmente el bebé fue llevado a una clínica particular en la ciudad de Arequipa, donde aún su pronóstico es reservado, entre tanto exigió a las autoridades iniciar con las investigaciones correspondientes a fin de identificar a los responsables y que estos sean sancionados conforme a ley.