Octava misa de novena: María, la siempre Virgen


Octava Misa de Novena. María la siempre Virgen. ¿En qué sentido María es siempre virgen? Monseñor Munilla haciendo énfasis la cita de San Agustín resalta que, María es virgen antes, durante y después del embarazo.

De los dogmas marianos, el primero que incorporó el cristiano en su lenguaje, fue María siempre virgen, es decir desde que fue concebido Jesús por el Espíritu Santo.

Por ende, el padre Carlos Londoño, nos invita que seamos la familia de la Santísima Virgen María que nos invita a conocer a su hijo Jesús y nos lleva a Él para traernos libertad, amor y armonía.

Citando el evangelio de Marcos, en el pasaje bíblico el endemoniado de Gerasa, el padre Carlos Londoño, pidió a la Virgen María, para que interceda por nosotros y nos acompañe a conocer a Jesús. “Necesitamos (a Cristo) en nuestra vida cotidiana; ya que, muchas veces vivimos en el pasado lastimándonos día a día con situaciones que no podemos superar” dijo.

Monseñor Jorge Pedro Carrión Pavlich, reflexionando el Padre Nuestro, señaló que la palabra de Dios es pan para el hombre y alimenta el Espíritu. También nos une a Cristo como mendigos de Dios.

Haciendo una interpretación del término “no nos dejes caer en la tentación” refiere que como hombres somos liberados del tentador del maligno. En tanto, advirtió de los apostatas quienes son hombres que hacen uso ilícito de los sacramentos para fines propios. “Hay falsos sacerdotes, que aprovechan la credulidad de la gente” dijo.

Ante la presencia de la tentación, monseñor pidió interceder a María para decirle “bajo tu amparo nos acogemos Santa Madre de Dios porque allí donde se pronuncia tu nombre el diablo se espanta”.

Entonces ¿quién es María?, preguntamos a los feligreses. Entre sollozos respondieron que es la intercesora del Señor, la misma que concibió a Jesús sin pecado y posterior a su embarazo siguió conservando su virginidad.

Una madre emocionada respondió que María nos cuida, nos protege. Además, revela que intercedió ante el Señor, para recibir un milagro.