Reunión en el municipio concluyó sin acuerdos, pero con el compromiso de continuar las conversaciones
Representantes del jirón Juli, comerciantes de la feria «La Cachina» y funcionarios de la municipalidad provincial de Puno se reunieron ayer para tratar la problemática del comercio ambulatorio. Los vecinos exigen la reubicación definitiva de los feriantes, mientras que los comerciantes buscan seguir trabajando en el lugar. La reunión concluyó sin acuerdos, pero con el compromiso de seguir dialogando, a fin de solucionar los problemas.
Como medida provisional, permitirán que los comerciantes instalen sus carpas los días jueves, posicionándolas de espaldas a la mitad de la calle. Según Robert Quispe Mamani, presidente de la cuarta cuadra del jirón Juli, será la municipalidad quien supervise esta disposición y recoja la opinión de los vecinos para evaluar la situación. Aclaró además que los vecinos no han cobrado por el uso de la calle y reiteró la necesidad de una solución definitiva.
Por su parte, Sara Raquel Quispe, vicepresidenta de la asociación Nueva Esperanza de la feria «La Cachina», afirmó que respetarán el acuerdo de trabajar solo los días jueves y pidió comprensión a los vecinos. Indicó que esperan que la supervisión municipal y el diálogo permitan evitar conflictos y llegar a una decisión concreta en las próximas semanas.
