Diputados del oficialismo y la oposición protagonizan un enfrentamiento físico durante una sesión marcada por el lanzamiento de bombas de humo y objetos, dejando varios heridos graves
En un hecho alarmante que resalta la creciente tensión política en Serbia, el Parlamento se convirtió en escenario de un violento enfrentamiento entre diputados del oficialismo y la oposición. La sesión, que discutía nuevas leyes en respuesta a las continuas protestas contra el gobierno, pronto se transformó en un caos absoluto.
Los disturbios comenzaron en el inicio del debate, cuando los legisladores empezaron a intercambiar insultos. La situación rápidamente escaló con el lanzamiento de bombas de humo, huevos y botellas de agua entre los parlamentarios. Algunos diputados incluso encendieron petardos dentro del hemiciclo, lo que generó una atmósfera cargada de gases de colores rojo, blanco y negro, dificultando la visibilidad en el recinto.
La presidenta del Parlamento no fue ajena a la violencia, siendo atacada con agua en medio de la creciente agitación. La situación se volvió aún más crítica cuando una diputada sufrió un derrame cerebral después de ser alcanzada por una granada aturdidora en la cabeza, uno de los varios heridos graves en el altercado.
Desde el oficialismo, se acusó a la oposición de ser responsable del desorden, calificándolos de «banda terrorista» y señalando a sus líderes como los principales instigadores de la violencia. En contraste, los opositores sostienen que los disturbios son una manifestación del descontento popular, señalando la creciente corrupción en el gobierno como el motor detrás de las constantes protestas que han sacudido al país.
Este violento episodio refleja la profunda división política que atraviesa Serbia, un país que continúa enfrentando una crisis interna de legitimidad y confianza en sus instituciones.