La presidenta del Mercado Central en Puno, Gladis Herrera, mostró su preocupación por que la venta de sus productos disminuyó en un 60% aproximadamente durante la emergencia sanitaria, uno de los motivos principales sería el incremento del comercio ambulatorio y la implementación de los mercados descentralizados.
Asimismo, solo un 40% al 60% de los comerciantes vienen laborando en este centro de abastos, el resto se viene cuidando por la segunda ola del COVID-19 que se está presentando en la región de Puno.
Precisó que los comerciantes de la sección viandas, jugos y bazares no están trabajando desde el mes de marzo del año pasado, algunas intentarían retomar sus actividades, pero la poca presencia de los usuarios los obligaría a cerrar sus puestos de venta.
En cuanto a la seguridad, dijo que están muy organizadas las comerciantes de este mercado, además de contar con la presencia del personal de serenazgo y la policía municipal.