Autor: Nelida Maquera
Una gestión regional más que se va, con un historial de fricciones entre los representantes políticos del movimiento de la “gotita” que prometió desarrollar la región Puno, región que le dio un amplio respaldo en elecciones del 2018, creyendo que se impulsarían proyectos de envergadura que permita cerrar las amplias brechas en salud, educación, producción agropecuaria.
El Movimiento Político de MI Región con su “PLAN COLLASUYO” pasará a la historia como una gestión regional de tres gobernadores con distintos horizontes.
La gestión fue iniciada hace cuatro años por Walter Aduviri Calisaya, pues solo estuvo 8 meses en el cargo. Luego de ser sentenciado por el caso Aymarazo, Aduviri Calisaya, despotricó contra su vice gobernador regional Agustín Luque, llamándolo traidor.
El segundo gobernador regional fue Agustín Luque Chayña, su gestión duró 26 meses. En prisión preventiva, desde octubre del 2021 fue recluido en el penal de Yanamayo. Se le acusa de reducir, de 3 millones a 500 mil soles de penalidad a la empresa China encargada de la construcción del Hospital Manuel Núñez Butrón de Puno.
El tercer gobernador, que cierra este ciclo de fricciones es Germán Alejo Apaza quien asumió la gobernación desde noviembre del 2021. Al notar poca productividad en función se justificó que no se encontraba preparado para asumir el cargo, ya que había varios proyectos en cartera que no habían sido concluidos.
Esta situación obligó a German Alejo a realizar múltiples modificaciones presupuestales en proyectos a fin de apaciguar las constantes movilizaciones, acción administrativa que posteriormente podrían acarrear procesos legales en su contra.
Según el economista Fredy Vilcapaza, refiere que la “triple era” Aduviri, Luque, Alejo, se despide sin ningún proyecto de envergadura, es más, recibió varios proyectos de la anterior autoridad regional que a la fecha no han sido concluidos caso del hospital de Puno, hospital materno infantil de Juliaca y otros.
En la misma línea, sostiene que, el actual gobernador será recordado por el estado situacional en que deja los 127 proyectos para el año 2023 que no contarían con asignación presupuestal.
Finalmente, a pocos días de finalizar la gestión, este periodo culmina con 61.6% de ejecución presupuestal ubicándose en el puesto 14 de los gobiernos regionales del país.
