A pesar del estado de emergencia bajo el que se encuentra el país y la inminente amenaza del coronavirus, algunas personas continúan incurriendo en actos irresponsables que ponen en riesgo su salud y la de la comunidad en general.
La psicóloga comunitaria Annel Sánchez, explica que estos comportamientos de desacato a las normas, reflejan el nivel de salud mental de la población peruana. “Las personas necesitamos tener espacios sociales o momentos de distracción”, afirma, al tiempo de señalar que por el momento que se vive las personas sienten una sobrecarga emocional, por lo cual sienten la necesidad de recurrir al contacto social mediante fiestas o reuniones. “No hay una conciencia de realidad de lo que es la pandemia y un posible contagio”, subraya.
Por su parte, el psicólogo social Jesús Cavero, sostiene que esta situación está relacionada también con la falta de una cultura de autocuidado emocional y en especial a una forma de crianza con desobediencia a las reglas.
A este factor también se le añade la incredulidad de las personas, con respecto a las autoridades. Se tiene la sensación de desconfianza, se suele creer que cuando una nueva norma aparece las autoridades no serán capaces de hacerlas cumplir.
Con respecto a este último punto, también se ha visto a lagunas autoridades incurrir en faltas hacia los protocolos de bioseguridad y normas gubernamentales. Esto no haría más que reforzar las malas actitudes en la población: “si a ellos no les pasa nada, yo también puedo seguir este mismo comportamiento”.
Fuente: La República
