Hábitos negativos de los carnavales


Cortamonte Puno
Foto: Cortamonte Puno

Las yunzadas son una mala práctica de los carnavales, que llegó a Puno no hace de tres décadas, donde se corta el árbol, luego lo plantan muchas veces en medio de una plataforma deportiva, de la pista, para bailar alrededor del árbol sufriente que lo llaman “cortamonte”.

Por: José Calisaya

1.1 En las comunidades andinas desde el 20 de enero hasta el miércoles de cenizas realizaron la celebración de los carnavales, expresando la gratitud y retribución a la madre tierra, los compadres, padrinos, autoridades y sobre todo a los animales. Cuando hemos sido parte de las celebraciones damos testimonio que la festividad de los carnavales se convierte en el vehículo de integración con el reencuentro de familias y amistades que se unen para cumplir las tradiciones y costumbres ancestrales del “Huayna anata” y el “Jach´a anata”. Los carnavales son encuentros rituales y festivos donde se celebran la vida y la fertilidad de la tierra, encuentros que nos transportan a un espacio de tiempo, donde las costumbres se ponen en primer orden según la zona, adquiriendo sus características en el “pujllay” (zona quechua) y el “anata” (zona aimara), donde prima los lazos comunitarios y la relación con la naturaleza, siendo el periodo de lluvias propicia en el ciclo agrícola anual.

En los andes la celebración tiene una connotación de la abundancia, el florecimiento de los campos, el cortejo juvenil y la reproducción de la vida, que se produce en todo el proceso de la “anata y el pujllay”, que vienen a ser el resultado de fusión cultural europea y la nuestra, que ha permitido la incorporación de elementos propios de la religiosidad católica popular y las ritualidades ancestrales, adquiriendo gran interés por el valor de los carnavales y las wiphalas en la reafirmación de la identidad, que a la actualidad han impulsado a una serie de organizaciones culturales, sociales y políticas locales, a gestionar ante el Ministerio de Cultura su registro y patrimonialización con fines de salvaguardia.

LO NEGATIVO DE LOS CARNAVALES

El carnaval siendo una fiesta inclusiva que genera una interacción en la comunidad, tiene relación con el desarrollo político, cultural y económico, más aún, cuando se realizan en la zona urbana; convirtiéndose en un andamiaje genérico, cuando una autoridad local organiza el evento a fin de ofrecer a la comunidad una diversión – distracción tradicional, que muchas veces se convierten incontrolables, requiriendo su intervención, acompañamiento, socialización que concientice tener un carnaval ecológico, y me refiero a los activos culturales que tienen que ver con la pedagogía de una educación social, que conlleve a una toma de conciencia y cambio de actitud frente a:

LAS YUNZADAS.-

Las yunzadas son una mala práctica de los carnavales, que llegó a Puno no hace de tres décadas, donde se corta el árbol, luego lo plantan muchas veces en medio de una plataforma deportiva, de la pista, para bailar alrededor del árbol sufriente que lo llaman “cortamonte”; generando la deforestación, deterioro de las plataformas y pistas, accidentes y muertes de personas. Es tiempo de dejar estas malas prácticas e imitar a los habitantes del distrito de Yura – Arequipa, que realizaron el “siembramonte”, en lugar de cortar árboles en los carnavales, sembraron árboles, con el fin de promover la forestación.

USO DE LANZA ESPUMAS.-

En muchos países del mundo han prohibido el uso del “lanza espumas”, que es una sustancia de popular uso en los carnavales por su apariencia inofensiva, pero es necesario conocer su verdadera realidad en el juego carnavalero; realidad que nos enrostra la Dra. Janice Márquez de la Plata – miembro de la comunidad “Alumini ESPOL – Bióloga – ecologista, quien escribe un interesante artículo que tituló: “Educación ambiental en el uso de la espuma carioca”, quien nos refiere los efectos altamente nocivos en:


1ro. Impacto Ambiental: porque sus componentes son más letales para la atmósfera que el mismo CO2, considerando que las sustancias espumantes son impulsadas por derivados del petróleo como propano y butano, que además contiene el Hidroclorofluorocarbono (HCFC) que son los principales causantes de la destrucción de la capa de ozono en la estratosfera; según estudios científicos, refiere que esta sustancia permanece en la atmósfera más de 10 años y su potencial efecto invernadero es casi 2.000 veces mayor que el CO2, generando la contaminación ambiental que acelerar el efecto invernadero.


2do. Incremento de residuos sólidos (basura): Las latas usadas de lanza espumas son reciclables, ese reciclaje no va más allá del 50%. El proceso de reciclaje de estos metales también produce CO2 adicional, en promedio por cada kg de acero recuperado se emiten 2 kg de CO2, en mil kilos de reciclaje de acero hay dos toneladas nuevas de gas invernadero en la atmósfera. Además, los accesorios plásticos como tapas no son reciclables, son contaminantes. Entonces la acumulación, contaminación y perturbación del entorno que causan estos residuos cuando hay un uso masivo como ocurre en el carnaval, afectan no solo al medio ambiente, también directamente al desempeño humano y social.


3ro. Problema de salud pública: El contacto de la espuma con cualquier superficie humana, provoca un importante riesgo de generar afecciones, como alergias en la piel o respiratorias, irritación de las mucosas de la nariz y la boca con inflamaciones, la exposición al sol con la espuma en la piel puede provocar manchas y reacciones indeseables por el efecto abrasivo y potencializador de los rayos. Una gran mayoría de estos productos tienen entre sus elementos gránulos de poliacrilato de sodio, un tipo de ácido, que al entrar en contacto con los ojos puede causar trauma ocular y conjuntivitis, riesgo de leucoma (cicatriz blanca en la córnea) y hasta necesidad de trasplante de córnea.


4to. Alteración del comportamiento humano: Lanzar espuma se ha convertido en pequeñas armas de ataque, enmascaradas en un motivo de falsa acción lúdica. La actitud humana es de guerra y se busca de alguna manera incomodar o molestar al prójimo, haciéndole sutil daño; en los niños no ayuda a desarrollar buenos hábitos formativos. Este tipo de “juego” en vez de ser un acto divertido es un evento más vandálico, nutriendo bajos instintos que lleva a gozar con el malestar o el sufrimiento de otros.
5to. Degradación de la fiesta y el carnaval: No hay duda que mezclar estos productos originarios de Brasil y que nada tienen que ver con la cultura y tradición puneña, con un carnaval que tiene otros patrones de vivencia social – cultural, donde los danzarines se ven afectados, los carros alegóricos elaborados artísticamente son malogrados, los transeúntes son víctimas de ataques violentos, donde la plaza mayor, parque Pino y el Jr. Lima, se convierten en espacios de alta contaminación nociva al medio ambiente y la salud de los ciudadanos.

Frente a estas realidades que desvirtúan las fiestas carnavalescas en Puno, es necesario que MINSA se pueda pronunciar técnicamente frente a esta realidad, para que la municipalidad provincial de Puno pueda emitir ordenanzas que regulen y/o prohíban la venta y uso de los “lanza espuzas”; como ciudadanos debemos tomar conciencia de la responsabilidad que tenemos para con el medio ambiente, para dejar un mundo saludable a nuestros hijos y nietos.