La modificación en el proceso de aprobación de terapias y medicamentos genera preocupaciones por el impacto en la vida de los pacientes y la posibilidad de agravar las brechas de acceso a tratamientos modernos.
Un nuevo reglamento del Instituto Nacional de Salud (INS) ha generado preocupación entre organizaciones de pacientes y especialistas en oncología en Perú. La modificación del procedimiento para la aprobación de medicamentos y terapias para el cáncer podría generar demoras significativas en la llegada de tratamientos modernos a los pacientes. Anteriormente, los comités farmacoterapéuticos de los hospitales podían solicitar directamente la incorporación de nuevas terapias a la Red Nacional de Evaluación de Tecnologías Sanitarias (RENETSA). Sin embargo, con la nueva disposición, el proceso deberá pasar primero por una autorización del director del hospital, lo que podría prolongar meses el acceso a terapias cruciales.
El reglamento también introduce un esquema de evaluación en tres fases que ha sido criticado por su falta de transparencia y flexibilidad. El primer filtro es la evaluación del valor terapéutico, que solo será realizada por un equipo metodológico, sin considerar la experiencia clínica en otros países. La segunda fase analiza la costo-efectividad y el impacto fiscal, mientras que la fase final incluye la participación de médicos y representantes de la sociedad civil, pero solo después de que las dos primeras etapas hayan sido aprobadas. Organizaciones como «Con L de Leucemia» han señalado que este modelo limita la participación de los pacientes en el proceso de toma de decisiones, ya que su voz solo será escuchada al final del proceso.
Este nuevo enfoque administrativo tiene repercusiones directas sobre los pacientes. El retraso en la aprobación de medicamentos puede ser crucial, ya que, en el caso del cáncer, cada día cuenta. Mientras los documentos viajan entre oficinas, los tumores avanzan y las opciones terapéuticas se reducen, lo que podría afectar drásticamente la esperanza de vida de los pacientes. A pesar de que el Perú enfrenta un panorama de diagnóstico tardío, con más del 59% de los pacientes llegando a hospitales en estadios avanzados, las nuevas normativas podrían hacer aún más difícil el acceso a tratamientos eficaces.
El impacto de esta regulación es especialmente preocupante dado el rezago que Perú ya presenta en comparación con otros países de la región en cuanto a la incorporación de terapias oncológicas innovadoras. Los especialistas advierten que cualquier medida que prolongue los tiempos de evaluación solo agrava las desigualdades en el acceso a los tratamientos más avanzados, lo que afecta la calidad de vida y las posibilidades de supervivencia de miles de peruanos.