Obispo de Puno invita a feligreses y devotos de la Virgen de la Candelaria a estar determinados por el mandato divino


“Lo dijo el evangelista Juan, el que ama a su prójimo a conocido a Dios”, replicó en la homilía de la misa de la octava  

En medio de una serie de acciones que restringen las actividades presenciales, se desarrolló de manera virtual la Solemne Misa de la Octava en Honor a la Santísima Virgen María de la Candelaria; la celebración eucarística estuvo presidida por el obispo de la Diócesis de Puno, monseñor Jorge Carrión Pavlich.

En la homilía, el obispo de Puno, condenó los grandes gastos que se hacían en los bailes de la festividad. Explicó que, con esta actitud, los feligreses demostraron que honran a Dios y a la virgen con la boca y los labios y no con el corazón, “si realmente honramos a la mamita de la Candelaria, pues amemos al prójimo; si no amamos al prójimo, seguimos honrando con los labios y la boca”, explicó Carrión Pavlich.

El obispo, lamentó que las actividades en honor a la Santísima Virgen María de la Candelaria se hayan prohibido por normas humanas; sin embargo, reflexionó que esta pandemia y las medidas restrictivas dispuestas por el Gobierno, nos revela nuestra condición humana.

Asimismo, dijo que esta coyuntura nos invita a reflexionar sobre nuestra vida, nuestra fe y nuestra determinación, ¿estamos determinados por Dios o por las tradiciones humanas?, preguntó.

Monseñor Jorge Carrión, señaló que, en el evangelio de hoy, Jesús nos invita a repensar sobre nuestra fe y nuestra determinación. ¿Qué pesa más? ¿la ley humana o el mandato divino?, interrogó a los feligreses y devotos de la patrona de Puno. También, precisó que, aquellos que están determinado por el mandato divino, aman a Dios y a su prójimo, “lo dijo el evangelista Juan, el que ama a su prójimo a conocida a Dios”, replicó 

Asimismo, recordó que las ofrendas a la Virgen de la Candelaria tienen que estar abaladas por Dios y recordó que para ello es necesario promover el perdón y la reconciliación entre hermanos y el prójimo, “esta ofrenda tiene que estar abalada por la reconciliación”, indicó el obispo.

También, recordó que la oración de los hijos que respetan a su padre y a su madre son escuchadas. Replicó que el respecto a los padres son las columnas que sostienen las ofrendas a Dios. 

Finalmente, manifestó que Jesús mediante el evangelio de hoy nos invita a distinguir dos aspectos fundamentales, los preceptos humanos y los preceptos de Dios; además de ver cómo estamos actuando y obrando diariamente y nos invita a rescatar los aspectos buenos de cada uno de nosotros.